08 de novembre 2007

Medio millón de euros para la restauración de Santa Clara

diariodemallorca.es 8-11-2007
El Gobierno financia la sustitución de la cubierta, la reparación del campanario y la renovación del refectorio del convento de Palma.

Imagen de la fachada y el campanario del monasterio de Santa Clara de Palma.
M. VICENS. PALMA. El Gobierno destinará un total de 567.933 euros a la restauración del convento de Santa Clara de Palma, situado en la parte alta del centro histórico de la ciudad. La partida económica correrá a cargo de los fondos del denominado 1 por ciento cultural.
Los ministerios de Fomento y Cultura informaron ayer en un comunicado de esta decisión adoptada en el seno de la comisión mixta de Fomento y Cultura, que en su última reunión acordó financiar 27 nuevos proyectos en diferentes puntos de España, entre los que se encuentra el monasterio palmesano, que empezó a construirse en el año 1256, veintisiete años después de que Jaume I conquistara Madina Mayurqa
El coste total de las obras asciende a 757.245 euros, de los que más de medio millón correrán a cargo de las arcas del Estado. En concreto, las mejoras previstas se refieren a la sustitución de la cubierta, la reparación del campanario y la renovación del antiguo refectorio de este convento habitado a día de hoy por monjas de clausura y donde hay culto público.
El 1 de julio de 1256, el Rey Jaume I autorizó la fundación de este convento de religiosas franciscanas bajo la advocación de Santa Clara. En nombre del Papa Alejandro IV, el Rey puso la primera piedra del nuevo cenobio y, cuatro años más tarde, quedó establecida la clausura, siendo las primeras religiosas en morarlo las hermanas de sangre Catalina y Guillerma Berenguer, procedentes del convento de Santa Clara de Tarragona.
El obispo de Mallorca Ramon Torroella bendijo la primera piedra, lo que supuso el primer paso para la ruptura del equilibrio urbanístico anterior a la conquista. El recinto de las clarisas, cuyas obras duraron cuatro años, ejercieron la función de elemento organizador del nuevo espacio urbano, no sólo por su propia presencia arquitectónica, sino también porque las religiosas pretendían conseguir un modelo urbanístico adaptado a las necesidades de recogimiento de la vida contemplativa ya sus convicciones y visión particular de la sociedad.
Tras el convenio firmado por el ministerio de Cultura y la Conferencia Episcopal en 2004, el anterior delegado diocesano de Patrimonio, Pere Joan Llabrés incluyó el convento de Santa Clara en la lista del Plan Nacional de Abadías, Monasterios y Conventos. Su valor patrimonial y los problemas estructurales del edificio así lo aconsejaban, pese a que dos años antes el Govern invirtió un total de 196.000 euros en el claustro.