elmundo-eldia.com 5-11-2007
Imágen: Cedre des Massanella (Mancor de la Vall)
E.FUERIS/E.COLOM
PALMA.- Forman parte esencial del Patrimonio de Baleares y, al igual que en muchos otros territorios, su carga simbólica y cultural va mucho más allá de los cuentos de viejas. Entre ellos existe un número de ejemplares singulares cuyas características únicas les aparta del resto y les proporciona entrada directa al catálogo de árboles singulares de la Dirección General de Caza, Protección de Especies y Educación Ambiental de la Conselleria de Medio Ambiente. Son los 67 intocables, un elenco de árboles que hunden sus raíces en las profundidades de la tradición de las Islas.
Esta misma semana, un agente forestal de la Conselleria de Medio Ambiente se ha visto obligado a declarar en los juzgados de Inca junto a otro individuo bajo la acusación de talar el pasado año una encina centenaria ubicada en la cima del Castell d'Alaró. El imputado sostiene que tan sólo acudió al lugar para asesorar sobre una poda que podría salvar la vida del árbol, enfermo a causa de la sequedad y una plaga de escarabajos.
Sea como fuere, los delitos de daños contra la flora son severamente penados por la Ley. Aunque no forme parte del all stars del catálogo de árboles singulares, la encina del Castell d'Alaró es también un árbol protegido. No es para menos, s'Auzina senyora, como relata el escritor y periodista Carlos Garrido en su libro Mallorca Mágica, es un árbol centenario venerado desde la antigüedad por sus cualidades «mágicas» y la extendida creencia popular en sus poderes sanadores.
Muchos de los ejemplares integrados en el catálogo de especial protección son objeto de creencias similares, algunos de ellos con una historia y un bagaje propios que les convierte en personaje esencial del municipio en el que habitan y protagonista de costumbres ancestrales.
La encina bellotera de Can Rita, en Formentera, es tradicional punto de encuentro para los lugareños que acuden a ella para hacerse con trozos de su corteza, el principal ingrediente para la elaboración de cocciones que sanan heridas, granos y afecciones epidérmicas en general. Y no sólo eso, sino que al parecer también es un remedio infalible para el dolor de muelas. Las persistentes cicatrices que presenta este ejemplar de dos troncos así lo acreditan.
Otros miembros del selecto club de los intocables poseen historias vinculadas con algunas prácticas de antaño que difícilmente hallarían su continuidad hoy en día. El Olivo de La Reina, en Calvià, es buen ejemplo de ello. Ubicada en la finca de Son Hortolà, en Es Capdellà, sus múltiples orificios servían de escondite provisional para las mercancías en la época de contrabando.
Hasta 24 especies están representadas en esta lista de privilegiados. Las condiciones que establece la Dirección de Protección de Especies de la Conselleria para formar parte del catálogo de árboles singulares van desde este tipo de contenidos históricos y culturales hasta características de índole más física como pueden ser la edad del ejemplar, su tamaño o sus rasgos inusuales en relación con el resto de individuos de su especie.