23 de novembre 2007

La música de Dios


diariodemallorca.es 23-11-2007

Imágen: El ´rey de los instrumentos´, en proceso de creación.

JOAN RIERA. Honoré de Balzac lo escribió: "El órgano es el más grande, el más atrevido, el más poderoso de los instrumentos creados por el genio humano. Es una orquesta completa a la que una mano hábil puede pedirle todo, segura de que todo lo expresará. En cierta forma, es la peana sobre la que se posa el alma para lanzarse a los espacios, cuando, en su vuelo, pretende pintar la vida, recorrer el infinito que separa el cielo y la tierra".
Los órganos son instrumentos creados con la intención de que perduren durante siglos. Pueden transcurrir generaciones en una ciudad sin que se puedan seguir en directo las vicisitudes del montaje de los complejos mecanismos que permiten a esa "mano hábil" de la que hablaba Balzac extraer sones divinos.En estos días, en Palma, está naciendo un órgano monumental. Es el de Sant Francesc, que tendrá más de 3.000 tubos repartidos entre más de 50 registros o juegos distintos.
El diseño es de Gerhard Grenzing, un organero establecido en las afueras de Barcelona que ha trabajado intensamente en los órganos históricos de la isla. Su equipo de colaboradores -con Jordi, Ulrich y Alex entre otros- trabaja en Sant Francesc en medio de cajas repletas de tubos, los complejos secrets que deciden qué nota sonará en cada momento, las conexiones que conducen el aire desde un silencioso motor hasta los fuelles de piel y los electroimanes que abren o cierran cada registro.
La fachada de un órgano es solo una mínima parte del instrumento. Su alma y su corazón se encuentran en el interior. Los grandes tubos de madera de la bombarda o los bajos; la trompetería, los clarines, las regalías... se alinean aprovechando al máximo el espacio interior. Más adelante llegarán la consola con sus tres teclados, el pedal, la cadireta... Se necesita fuerza para colocar tubos de más de cinco metros de altura, pero también habilidad para conectar miles de varillas que enlazan cada tecla con las válvulas que permiten que el viento llegue al tubo.
El órgano es un instrumento maravilloso... y complejo. Su concepción comenzó hace años. Después fue construido, ensamblado y probado en el taller, desmontado y transportado a Mallorca. Ahora se vuelve a montar, se armoniza y afina. Y después de tanto esfuerzo llegará el día en que su organista, Arnau Reyés, hará sonar las primeras notas de una obra del padre Antoni Martorell. Un sonido único llenará la nave de la basílica de Sant Francesc. Y Palma tendrá un nuevo rey de los instrumentos.