diariodemallorca.es 10-11-2007
La comisión de Patrimonio ordena a la constructora la realización de catas y una memoria de excavación
M. FERRER/M. VICENS. PALMA. Alertados por un vecino del municipio, que dio parte a las autoridades, técnicos de Patrimonio del Consell de Mallorca constataron la presencia de importantes restos cerámicos de la época romana, datados en el siglo I, en un solar en construcción del Port d´Alcúdia, situado en la calle Maristany, próximo al antiguo humedal de la zona y a la albufera.
Ante la importancia del hallazgo y para evitar que los restos, principalmente fragmentos de vasijas y ánforas, se perdiesen, el Consell de Mallorca ordenó detener las obras el pasado 22 de octubre. Y ayer la comisión de Patrimonio encargó a constructora un estudio arqueológico del solar como paso previo a la reanudación de los trabajos de construcción de un bloque de viviendas con las prescripciones que sean necesarias.
Según explicó Biel Cerdà, director insular de Patrimonio, la empresa deberá realizar catas en el terreno y presentar a la comisión una memoria de excavación. Se trata de una zona arqueológica especialmente sensible y no se descarta que pueda aparecer en ella alguna estructura, pues se cree que el antiguo puerto romano de Pollentia coincidía geográficamente con las proximidades del lugar.
Cumpliendo una petición del consorcio de Pollentia, la comisión de Patrimonio aprobó ayer también el proyecto de reparación de la pared seca que cierra el recinto romano, un elemento sin antigüedad reseñable pero que, por la función que cumple, necesita contar con el visto bueno de Patrimonio antes de sufrir cualquier modificación.
Asimismo, la comisión aprobó una excavación con carácter urgente cercana a las murallas de Alcúdia, en la zona de Can Ramis, donde el Ayuntamiento está construyendo una zona de aparcamiento de autobuses.A última hora se eliminó del orden del día de la comisión la declaración de la iglesia parroquial de Santa Margalida como Bien de Interés Cultural, a pesar del informe favorable de la ponencia técnica y de la urgencia con la que se impulsó políticamente el proyecto. La declaración, además de la protección del edificio religioso, buscaba la suspensión de la construcción de un bloque de viviendas en el mirador posterior del templo por su elevado impacto visual. El expediente se abandonó "hasta la presentación de nuevos informes", justificó ayer el director insular de Patrimonio.