diariodemallorca.es 24-1-2008
Imágen: La cripta de Sant Llorenç, cerrada. Foto: C. Garrido
CARLOS GARRIDO Uno ya está hasta la coronilla, por no escribir cosas peores, del discurso político del "turismo cultural" o "turismo de calidad". Se ha convertido en tópico, entelequia, excusa y recurso fácil para cualquier intervención del político de turno.
Cada vez más lejano a cualquier asomo de realidad. Ejemplos, los hay en abundancia.
Hoy recordaremos la pequeña museización que se hizo en tiempos de la ecotasa de la iglesia de la Santa Creu. Se acondicionó la magnífica cripta de Sant Llorenç (un ejemplo único del primer gótico), se montó una exposición, sala de visionado de un vídeo. Todo inaugurado en 2003 con la solemnidad de ser uno de los primeros itinerarios culturales para la ciudad de Palma. Con el tiempo se crearon otras rutas más, pero el pequeño museo de Santa Creu cayó en picado. La gestión de esos itinerarios pasó a manos de una sociedad privada llamada Divulgalia, cuya promoción sobre el tema fue decreciendo hasta quedar en mínimos absolutos. El rector, que se había comprometido a mantener las instalaciones, poner un vigilante, pagar la luz etc. vio cómo nadie acudía y no existía la menor promoción. Hasta que decidió cerrar las visitas.
Si alguien quiere ver estas instalaciones, ha de llamar y le abrirán. Pero no se anuncia en ningún lado. Las salas están allí, montadas y listas para unas visitas que no se producen. Porque entre otras razones nadie sabe que existen.
La cripta, uno de los espacios hermosos de la Palma antigua, sólo es accesible cuando hay misa o una boda. Todo el esfuerzo y los fondos invertidos en esa iniciativa se han malgastado por simple desinterés.
Es uno de los muchos ejemplos que nos rodean. ¿Cuándo comprenderán los responsables políticos que la verdadera cultura no tiene nada que ver con los fuegos artificiales y el populismo millonario?
Sea cual sea el color político, se emplea la misma retórica rancia del "turismo cultural" sin hacer cultura. Porque la verdadera cultura está en la base, en las pequeñas iniciativas de formación y calado. No en las grandes algaradas propagandísticas. ¿Tomará alguien nota?