elmundo-eldia.com 19-1-2008
El Consell levanta la suspensión de las obras en un sector de 4.000 m2, pero aún siguen paralizadas en otros 60.000
«Parece claro que no encontraremos nuevas estructuras», dice Magdalena Estarellas
PALMA.- El Consell de Mallorca dio ayer un nuevo paso para que sea realidad el futuro hospital de Son Espases, después de que el president Antich tomara el pasado mes de octubre la «dolorosa» decisión de seguir adelante con el proyecto puesto en marcha por Matas.Tras el anuncio de Antich, la unión temporal de empresas liderada por Dragados y FCC retomó los trabajos de construcción del edificio central, salvo en una superficie de 63.000 metros cuadrados del solar, donde los arqueólogos habían hallado restos de la época talayótica y de los primeros siglos de nuestra era.
La Comisión de Patrimonio del Consell levantó ayer la paralización de las obras que pesaba sobre dos sectores del solar, que suman 3.840 metros cuadrados, una vez los técnicos han retirado todos los vestigios de la antigüedad (fundamentalmente, fragmentos de ánforas del siglo I antes de Cristo) y tras comprobar que no existen estructuras ni construcciones de valor en el subsuelo, según explicó ayer la consellera Joana Lluïsa Mascaró.
De este modo, los operarios podrán retomar los trabajos en el extremo de la finca más alejado del Camí dels Reis. Sin embargo, todavía permanecen paralizadas cautelarmente las obras en una superficie de casi 60.000 metros cuadrados, donde aparecieron los restos más valiosos.
Se trata de dos grandes zonas. En la más próxima al Camí dels Reis, donde esta previsto ubicar el helipuerto, las arqueólogas Magdalena Estarellas y Francisca Torres realizaron el descubrimiento más importante: un fragmento de muro semienterrado que bordea una estructura talaiótica en forma de herradura, que podría corresponder a la planta de un antiguo templo, según apunta Estarellas.
El departamento de Patrimonio del Consell deberá decidir más adelante cómo se debe preservar este elemento y si hay posibilidad de que quede integrado en el conjunto hospitalario para que pueda ser contemplado por los visitantes. En principio, no habrá ningún problema para trasladar el helipuerto, pues Antich quiere comprar o expropiar otros tres solares que lindan con la finca (son propiedad de Bartomeu Cursach, Rústic y Magatzem Verd) para evitar la «especulación urbanística» en la zona.
La otra zona en la que permanecen suspendidas las obras estaba destinada a acoger el aparcamiento semisoterrado y un edificio auxiliar que acogerá distintos servicios técnicos del hospital. Aquí es donde el equipo que dirigen Estarellas y Torres (al que ahora se ha sumado el arqueólogo José Merino) sospechaba que podía existir una necrópolis romana, tras hallar un hueso humano bajo un ánfora del siglo I antes de Cristo.
Encuentro de culturas
Sin embargo, la excavación realizada desde el pasado mes de noviembre no ha permitido confirmar esta tesis. «El yacimiento ofrece mucha información», explicó ayer Magdalena Estarellas a EL MUNDO/El Día de Baleares, «porque corresponde a un momento muy especial, en el que se produce el encuentro entre la cultura talayótica y la romana en la isla».
Pero reconoció que, tras dos meses de prospección, «en principio, parece claro que no encontraremos más estructuras» como la correspondiente al posible templo talayótico. De ser así, todos los demás elementos (como fragmentos de vasijas) podrían ser trasladados al Museo de Mallorca para su posterior estudio, y el Consell podría levantar definitivamente la suspensión cautelar de las obras en todo el solar de Son Espases.
Con todo, el Ib-Salut ya ha anunciado su intención de introducir modificaciones arquitectónicas en esta parte del proyecto para reducir su impacto paisajístico sobre el entorno del monasterio de La Real. Según los planes del Govern, el aparcamiento y el edificio auxiliar quedarán completamente soterrados y se reducirán sus dimensiones, además de levantar un talud artificial entre el hospital y el monasterio, que actuará como pantalla visual.
Aunque los trabajos previos fueron desarrollados el pasado otoño por Magdalena Estarellas y Francisca Torres, en la actualidad trabaja en el yacimiento arqueológico un equipo de cerca de 15 personas