Última Hora Digital 11-1-2008
La Plataforma Salvem La Real presenta un escrito en la Fiscalía, el Juzgado número 7 y el Consell
M.DÍAZ La Fiscalía Anticorrupción, el Juzgado de Instrucción número 7 y el Consell de Mallorca recibieron ayer sendas denuncias de la Plataforma Salvem La Real en las que se expone que las obras de Son Espases «se están haciendo de manera inadecuada en relación al alto valor del yacimiento hallado». En el escrito se incide en que «no se ha respetado» el perímetro de «protección» de las cases de Son Espases Vell, que «según el Plan General de Ordenación Urbana de Palma (PGOU) tienen un radio de protección desde fuera de las mismas de unos 35 metros, que no se ha respetado en ningún momento».
Cabe recordar que en Son Espases, donde se construye el nuevo hospital, se encontraron restos de una necrópolis del siglo I después de Cristo, con muchas ánforas funerarias enterradas, así como estructuras de un talayot.
En la referida denuncia se dice que «se ha podido comprobar que se está trabajando, en contra de las leyes establecidas, en la zona arqueológica sin ningún tipo de control», se pone como ejemplo que «la maquinaria pesada trabaja sobre los restos, produciendo un destrozo irrecuperable» y se recuerda que los arqueólogos «se nombraron tres meses después del inicio de las obras», en julio de 2007, por «orden» de la presidenta del Consell, entonces Maria Antònia Munar.
En el escrito se solicita que «se informe de quiénes son los arqueólogos que realizan los trabajos de análisis exhaustivo de los restos hallados; la señalización del trozo que queda sin destruir de la acequia declarada Bien de Interés Cultural (BIC) y que se paren definitivamente las obras en la zona delimitada como arqueológica por los técnicos en su momento».
Fuentes del departamento de Patrimioni Històric del Consell señalaron ayer que sí existe control arqueológico en Son Espases, donde trabajan tres arqueólogos, «aunque podría haber más», y aseguraron que la mayoría de las «ánforas funerarias salen rotas, fragmentadas», al ser una zona de campo en la que «se ha arado durante siglos», durante unos 2.000 años.