Munar y la Comunidad judía piden "tolerancia" en el aniversario de la liberación de Auschwitz
Imágen: Munar se dirige a los asistentes al acto de conmemoración del Holocausto. Foto: S. Llompart
VIRGINIA EZA. PALMA. El Parlament acogió ayer el acto de celebración del Día Oficial de la Conmemoración del Holocausto, coincidiendo con el 63 aniversario de la liberación del campo de Auschwitz. En la Cámara se dieron cita miembros de la comunidad judía de Balears y representantes de las instituciones, entre ellos el president del Govern, Francesc Antich, consellers y miembros de todos los grupos parlamentarios con el objetivo común de recordar la barbarie nazi para evitar que vuelva a producirse.
Imágen: Munar se dirige a los asistentes al acto de conmemoración del Holocausto. Foto: S. Llompart
VIRGINIA EZA. PALMA. El Parlament acogió ayer el acto de celebración del Día Oficial de la Conmemoración del Holocausto, coincidiendo con el 63 aniversario de la liberación del campo de Auschwitz. En la Cámara se dieron cita miembros de la comunidad judía de Balears y representantes de las instituciones, entre ellos el president del Govern, Francesc Antich, consellers y miembros de todos los grupos parlamentarios con el objetivo común de recordar la barbarie nazi para evitar que vuelva a producirse.
"Tolerancia" fue la petición común de la presidenta del Parlament, Maria Antònia Munar, y el vicepresidente de la comunidad judía, Abraham Barchilon. Munar sostuvo que los judíos son "el pueblo que más ha padecido la persecución sistemática a lo largo de los siglos" y criticó el "cinismo" de quienes aún hoy niegan que existiera el Holocausto, así como a quienes "frivolizan" con "uno de los más terribles genocidios de la historia". Resaltó que la II Guerra Mundial "no fue suficiente para acabar con los crímenes contra la humanidad" que se han repetido "a lo largo del mundo" y sostuvo que la sociedad no puede volver a "guardar silencio cuando puede actuar".
Barchilon calificó el Holocausto como "la página más vergonzante de la historia de la humanidad", que debe recordarse "permanentemente", ya que "es imprescindible que la juventud sepa que las instituciones democráticas hay que cuidarlas y protegerlas". El exterminio de los judíos fue "planificado y ejecutado de manera industrial" y lo ocurrido debe servir para "fomentar una cultura de la convivencia".
El acto continuó con la proyección de un vídeo en recuerdo de los más de seis millones de judíos, gitanos, homosexuales, otras minorías y opositores al nazismo asesinados, con imágenes que recogían desde los iniciales ataques a los judíos hasta su reclusión en guetos, para acabar con su traslado a campos de exterminio como el de Auschwitz, en el que les recibía un gran cartel: ´Arbeit macht frei´ (El trabajo os hará libres).
Tras la proyección, Munar,, Antich, Barchilon, el rabino Shaul Friberg, Víctor Cabasé, miembro de la comunidad judía; Nicolau Tous, vicerrector de la UIB, y el vicario general Lluc Riera encendieron siete velas, una por cada millón de judíos asesinados y otra por el resto de las minorías y grupos étnicos. El acto concluyó con una oración pronunciada por Friberg y un minuto de silencio.