diariodemallorca.es 20-1-2008
Expertos indican que la solución pasa por crear marcas de calidad que reactiven la producción
Una imagen característica del sistema de terrazas o bancales de la Serra. Foto: Diario de Mallorca.
MIQUEL A. COLL. PALMA. El progresivo abandono de la actividad agrícola en la Serra de Tramuntana, está provocando el deterioro de los bancales de piedra (marjades), según estudios de la Universitat de les Illes Balears. La importancia de los campos abancalados se entiende bien por la gran extensión que ocupan. Actualmente de los 17 municipios de la Serra se contabilizan 193 kilómetros cuadrados de superficie abancalada lo que supone unos 19.000 Kilómetros lineales de muros (la distancia entre Madrid y Aucklan, capital de Nueva Zelanda).La necesidad de acondicionar tierras de cultivo en pendiente para hacer frente al riesgo de erosión y controlar el drenaje de las vertientes explica la abundancia de muros de bancal.
Además, el proceso de rotura de nuevas tierras y de creación de los muros fue potenciado siglos atrás por diversos factores como la alta rentabilidad de determinados productos como el aceite, el vino o los cítricos, el aprovechamiento de terrenos marginales o la parcelación en grandes fincas y tierras comunales. Sin embargo, en las últimas décadas, los bancales de la Serra de Tramuntana viven una gran decadencia a causa de la importante pérdida de valor de su producción agrícola.
Según Miquel Grimalt, investigador principal del grupo de climatología, riesgos naturales y territorio de la UIB, "las dificultades de mecanización de las labores agrícolas y los escasos rendimientos de la producción en estas zonas, son dos de los factores fundamentales para entender el proceso de abandono de las terrazas". Este proceso ha favorecido el crecimiento de la superficie forestal de la Serra de Tramuntana. Por otra parte, Grimalt apunta que "la única solución para poder rentabilizar la agricultura de montaña pasa por crear marcas de calidad, que permitan dar un valor añadido a la producción agrícola de estas tierras marginales". Ante esta situación, durante los últimos años, el Consell Insular ha participado en diferentes proyectos europeos encaminados sobre todo hacia la recuperación del oficio de marger, y por otro lado el estudio, la restauración y la promoción del patrimonio de pedra en sec. Grimalt advierte sobre "la necesidad de conservar este patrimonio excepcional para poder seguir disfrutando de sus beneficios paisajísticos y de regulación hídrica".