Las antiguas oficinas de la fábrica de refinados de los Salas han sufrido una total degradación durante las últimas décadas, incluso con la presencia de ´okupas´. Las obras de rehabilitación son inminentes.
Conocida como Can Salas, esta edificación del siglo XIX lleva décadas abandonada. En el futuro albergará un museo marítimo.
RAQUEL GALÁN. PAlma:En los años veinte, los pocos afortunados que tenían coche repostaban en alguna de las gasolineras Águila. Había una treintena en toda la isla y en ellas regalaban planos "de las carreteras y caminos de Mallorca", como indica el folleto, en el que también se puede leer la publicidad de "petróleos, refinados, aceites y jabones". El citado plano dibuja el ferrocarril de Santanyí -"la última línea que construyeron y la primera que quitaron", recuerda Andreu Muntaner- y, además de otras muchas curiosidades, señala dónde estaban las gasolineras de la familia Salas, propietarios de La Petrolera.
Era la fábrica situada en el Molinar, fundada en 1881. En ella almacenaban el petróleo que desembarcaban en el Moll de la Riba y lo vendían después de refinarlo. Actualmente, sólo queda la casa conocida como Can Salas y en la que estaban las oficinas.
Lleva décadas abandonada y degradándose paulatinamente. Los okupas la han visitado en diversas ocasiones, la última muy recientemente. Hace un par de meses, tuvo incluso que actuar la Policía Local alertada por los residentes, recuerda el presidente de la asociación de vecinos Es Born del Molinar, Miquel Obrador.
Ahora esperan el inicio de las anunciadas obras de reforma de la emblemática edificación del siglo XIX. De un estilo que recuerda el neoclasicismo, esta casa cuadrangular con tres ejes y tres plantas "es muy propia de la arquitectura de la época y se asemeja a la que la familia Salas tenía junto al faro de Portopí", tal como destaca Josep Masot, el vicepresidente de ARCA (Associació per a la Revitalització dels Centres Antics). El coleccionista de fotografías antiguas de Mallorca Andreu Muntaner añade que "el tejado está formado por tejas romanas, no árabes, que son más caras pero tienen la ventaja de que los pájaros y las ratas no pueden hacer sus nidos ni escondites allí", según sus palabras.
La rehabilitación "es inminente", como asegura el ayuntamiento de Palma sobre el proyecto aprobado la pasada legislatura.
Aula del mar y museo
Las obras deberían haber comenzado hace un mes, según recuerda Miquel Obrador, y cuando finalicen albergará un Aula del Mar y un museo cuya finalidad es reunir el legado marítimo de las barriadas del Molinar, Santa Catalina y Puig de Sant Pere, si no se producen cambios en el proyecto.
De este modo, el edificio de La Petrolera que mira al mar se acercará a él y olvidará para siempre su pasado industrial, que tanto trabajo ofreció a los vecinos del Molinar. Primero con la refinería y más adelante -cuando en 1927 el Gobierno creó Campsa para monopolizar el sector- con fábricas de aceite y de perfume.
Tanto Muntaner como Masot no quieren dejar de lado otro importante aspecto de la fábrica de la familia Salas. En su solar se construyeron casas para los obreros, "del mismo estilo, con un jardín y las comodidades de la época. Algunas se conservan, pero la mayoría ha desaparecido", lamenta el responsable de ARCA. "Es loable esa preocupación por sus empleados", concluye Muntaner.