Cort cifra en 90 las vías sin revisar y encarga un estudio a un profesor de la UIB que analizará una comisión en breve
La entidad sugiere un cambio "gradual" de los topónimos y la inclusión de otros olvidados
Imágen: Monumento a los caídos en el buque Baleares en sa Feixina.
En contra de la destrucción de monumentos.
MARTA FERNÁNDEZ. PALMA. La Asociación para la Restauración del Casco Antiguo (Arca) exige al nuevo equipo de gobierno del consistorio de Palma que modifique de forma "gradual y lógica" la treintena de calles que recuerdan a los personajes y acontecimientos del bando franquista que todavía hay en la ciudad, principalmente situadas en las zonas de Son Ferriol y Camp Redó.
Según explicó ayer el secretario de esta entidad, Joan Pascual, es "desproporcionado" que, treinta años después de la muerte del dictador Franco, el número de travesías de esta significación partidista ascienda a 27: "Es como si dedicásemos decenas de calles a oficiales de Felipe V", indicó el representante de ARCA, quien insistió en la necesidad de "rectificar o cambiar" los nombres de estas vías "con mucho tino e incomodando lo menos posible a los ciudadanos" que puedan sentirse identificados.
El secretario de la entidad conservacionista anotó la posibilidad de recuperar antiguos topónimos, modificar el nombre excluyendo el cargo del militar en cuestión o incluir figuras "inexplicablemente olvidadas, como la del constructor de órganos Jordi Bosch, el rabino Duran o las Tres Culturas".
Del mismo modo, la asociación considera oportuno remplazar las placas de herencia franquista por otras con topónimos "neutros, sin carácter político o tendencioso", de modo que puedan perdurar a lo largo de la historia sin problema alguno.En cualquier caso, fuentes de la asociación recordaron que es la Comisión Insular del Patrimonio Histórico quien debe de estudiar "caso por caso" y dar una solución basada en "criterios científicos", no sólo a los nombres de vías, sino a los demás monumentos franquistas que aún quedan en la isla. En este sentido, Joan Pascual reiteró la necesidad de que este grupo de trabajo -en el que también participa la entidad- empiece a funcionar "a principios del próximo mes de septiembre".
Por su parte, el Ayuntamiento palmesano ha empezado a revisar los nombres de las calles, un trabajo promovido por el primer consistorio democrático de la ciudad -encabezado por el alcalde Ramon Aguiló- que se truncó sin haber corregido los topónimos del centro histórico. Según apunta la regidora de Cultura y Patrimonio, Nanda Ramon (Bloc), a través de su espacio cibernético, y a diferencia de los datos que maneja la entidad ARCA, el número de vías con nombres de la época franquista todavía no revisados se eleva a 90.
El profesor de Filología Catalana de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) Gabriel Bibiloni es el encargado de elaborar un estudio sobre este legado fascista, informaron fuentes del Ayuntamiento. Según el blog de Nanda Ramon, el trabajo de Bibiloni será revisado en el mes de septiembre por una comisión formada por varios departamentos municipales, grupos políticos, asociaciones de vecinos, especialistas en toponimia y otros sectores implicados.
Pese a que la regidora manifiesta su voluntad de iniciar el 2008 con un "nomenclátor oficial en condiciones", afirma que "cambiar las placas de las calles" será un proceso largo, "básicamente" por la falta de presupuesto.
Candidatos a desaparecer
Con tales pretensiones, Palma puede librarse de nombres de plazas como la del Caudillo, situada en el polígono de Son Castelló, o de las vías Roma, Portugal y Alemania, ciudades y países europeos que dieron apoyo al dictador Francisco Franco durante la guerra civil española.