De capilla pompeyana a trastero, un BIC agrietado y huérfano de cuidados

diarodemallorca.es 21-7-2008

El oratorio privado del Cardenal Despuig, estancia del número 8 de la calle Montenegro, acusa el paso del tiempo sin que el Consell acometa su preservación. Sus frescos peligran

Un obsceno ´grafitti´ ensucia las montañas y marinas imaginadas por Isidro González en 1810. Foto: Lorenzo.


CARLES MULET. PALMA. De capilla pompeyana a destartalado trastero palmesano. El que fuera oratorio privado del cardenal Antoni Despuig Dameto en los albores del XIX -declarado BIC el 24 de enero de 2000- presume hoy de grietas, descascarillados y humedades. Y de las que están por llegar, abandonada la estancia a su suerte a pesar del compromiso adquirido por el Consell para su preservación. Sus omnipresentes y neoclasicistas frescos, acometidos en 1810 por el arquitecto madrileño Isidro González Velázquez, lucen insanos en la planta noble del número 8 de la calle Montenegro. Sucios. Evidentemente desconchados. Solapados, en algún lugar, por algún obsceno grafitti.
El olvido y el deterioro en los que vive circunscrita la capilla han sido delatados en numerosas ocasiones. Catalina Cantarellas, catedrática de Historia del Arte de la UIB, levantó la voz hace ahora diez años. La Associació d´Amics del Patrimoni ha venido denunciando las sucesivas obras sin licencia acometidas en el edificio; potencialmente agravantes de los desperfectos del refugio espiritual de Despuig. El Partido Popular, los más recientes en hacerlo, preguntaron en el Pleno del Consell celebrado el pasado 26 de junio por su futuro, "visto su lamentable estado de preservación estructural".
El propietario actual del inmueble, Lorenzo Cavaller Pujadas, lamenta y asegura no haber recibido noticias del Consell desde que la capilla fue confirmada como Bien de Interés Cultural. "Nadie se ha dirigido a mí", afirma. Preocupado por las averías de la capilla, predice que los daños "serán muy difíciles de regenerar" y necesitarán de "una buena inversión". "La humedad está perjudicando mucho los frescos. Las obras de conservación son necesarias".
La familia Cavaller -sucesora de las Despuig, Borràs y Dameto en la propiedad del inmueble- tiene el edificio alquilado, ahora Casal d´Entitats Ciutadanes, sede de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Palma. Su presidente, Jordi Sastre, confirma el avance de las grietas antes de enseñar la capilla, reconvertida por la entidad en un improvisado y caótico trastero. Aunque algo avergonzado ante la estampa, exime a los suyos de cualquier responsabilidad; "nosotros sólo somos los inquilinos", recuerda. Asimismo coincide en señalar a las distintas obras realizadas en el edificio como un factor dañino para la capilla. "Tuvieron que paralizar las últimas", evoca con alivio mientras señala un agujero aparecido en uno de los techos como consecuencia de los golpes.
Cavaller, el propietario, asegura por su parte que en el contrato de arrendamiento hay una cláusula que compromete al arrendatario a "cuidar" y a realizar las tareas "necesarias" para la "conservación" de la capilla. "Me parece que termina el año que viene; un buen momento para la reparación", sugiere sin rencor.
Los frescos de González, proyectados a petición expresa de los Condes de Montenegro -como confirman desde ARCA- evocan los palcos de un pabellón que se sustenta sobre una estilizada columnata. Las bucólicas vistas sugeridas por la pluma del madrileño ofrecen un paisaje montañoso con sus pastores, una marina con sus pescadores, y algunas escenas sonsacadas de la mitología. Uno de los dibujos previos al proyecto se puede ver en el Museu de Mallorca.

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