Eberhard Grosske dice que no se pronunciará hasta que un informe vincule lo sucedido con las vibraciones producidas durante el 'Atiarfoc'
La rotura fue en la flor central del rosetón. Foto: JAUME MOREY
MARIANA DÍAZ Los inspectores de Patrimoni Històric del Consell de Mallorca acudirán mañana lunes a la Catedral para analizar sobre el terreno por qué el pasado jueves sobre las 11.00 horas, como publicó ayer Ultima Hora, se desprendieron varios cristales del rosetón mayor de la Seu, cayendo sobre las escaleras del altar desde una altura de 40 metros. Así lo confirmó Biel Cerdá, director insular de Patrimoni, tras leer la noticia.
Aunque hasta que no lo confirmen los informes que se emitirán sobre el suceso, no se puede relacionar que el Atiarfoc del pasado día de Sant Sebastià haya tenido que ver con el suceso, caber recordar que los decibelios medidos esa noche por la Patrulla Verda de la Policía Local llegaron hasta una potencia de 111 y 113, cuando el aparejador diocesano, Bartomeu Bennassar, había recomendado que no superaran los 78.
Cerdà añadió la «voluntad» de su departamento, que fue el que autorizó la celebración del Atiarfoc, de «elaborar un estudio que evalúe las posibilidades de realizar actos o actividades alrededor de la Seu».
Eberhard Grosske, teniente de alcalde de Participació Ciutadana de Cort, departamento que organizó las fiestas y el Atiarfoc, comentó ayer a este diario que «hará falta que un informe vincule de forma clara lo que ha pasado y, mientras, al Ajuntament no le toca pronunciarse». Respecto a la idoneidad de mantener el espectáculo piromusical junto a la Seu en 2008, Grosske apuntó que «se verá» en el Plan Director de Fiestas que se va a elaborar. De todas maneras, a toro pasado, así como el concejal piensa que la música y la iluminación «estuvieron bien», aunque esta última «se podría mejorar», los cohetes «no añadían nada» al espectáculo. «Claramente sobraban el papam y el cataclá», señaló.
Aunque hasta que no lo confirmen los informes que se emitirán sobre el suceso, no se puede relacionar que el Atiarfoc del pasado día de Sant Sebastià haya tenido que ver con el suceso, caber recordar que los decibelios medidos esa noche por la Patrulla Verda de la Policía Local llegaron hasta una potencia de 111 y 113, cuando el aparejador diocesano, Bartomeu Bennassar, había recomendado que no superaran los 78.
Cerdà añadió la «voluntad» de su departamento, que fue el que autorizó la celebración del Atiarfoc, de «elaborar un estudio que evalúe las posibilidades de realizar actos o actividades alrededor de la Seu».
Eberhard Grosske, teniente de alcalde de Participació Ciutadana de Cort, departamento que organizó las fiestas y el Atiarfoc, comentó ayer a este diario que «hará falta que un informe vincule de forma clara lo que ha pasado y, mientras, al Ajuntament no le toca pronunciarse». Respecto a la idoneidad de mantener el espectáculo piromusical junto a la Seu en 2008, Grosske apuntó que «se verá» en el Plan Director de Fiestas que se va a elaborar. De todas maneras, a toro pasado, así como el concejal piensa que la música y la iluminación «estuvieron bien», aunque esta última «se podría mejorar», los cohetes «no añadían nada» al espectáculo. «Claramente sobraban el papam y el cataclá», señaló.