La alcaldesa, invitada por la Fundació Amics del Patrimoni, habló de la necesidad de conservar y saber integrar el patrimonio en el modelo urbano
Aina Calvo mostró una simpática actitud con el público durante el turno de preguntas. Foto: Lorenzo
CARLES MULET. PALMA. El "yo urbano" y el "yo patrimonial". Y la "necesidad" de integrarlos en un diálogo coherente con vistas a un futuro común. Generosa la asistencia del público a Can Weyler para escuchar a la alcaldesa palmesana, Aina Calvo, disertar sobre Patrimonio Histórico y modelo de ciudad. Escasa media hora de parlamento para, a grandes pinceladas, esbozar una esperable y responsable visión del patrimonio y de la necesidad de gestionarlo, conservarlo y equilibrarlo con el futuro.
CARLES MULET. PALMA. El "yo urbano" y el "yo patrimonial". Y la "necesidad" de integrarlos en un diálogo coherente con vistas a un futuro común. Generosa la asistencia del público a Can Weyler para escuchar a la alcaldesa palmesana, Aina Calvo, disertar sobre Patrimonio Histórico y modelo de ciudad. Escasa media hora de parlamento para, a grandes pinceladas, esbozar una esperable y responsable visión del patrimonio y de la necesidad de gestionarlo, conservarlo y equilibrarlo con el futuro.
"Estoy convencida de que hay que activar políticas más rigurosas de protección, promoción, conservación y estudios del patrimonio cultural". La "valentía", la "ambición", el "consenso" y el "equilibrio", los cuatro pilares sobre los que habrá que asentarlas. Sobre actuaciones concretas, pocas novedades las anunciadas anoche. Entre los temas tratados, el replanteamiento de la façana marítima o del futuro del edificio de GESA, todavía entre cavilaciones; breves apuntes sobre las obras de Es Baluard des Príncep, "contempladas presupuestariamente" y "bajo el compromiso del inicio de su ejecución"; o el convencimiento de la "esencialidad" del nuevo Eje Cívico transversal, que comunicará el centro de la ciudad con la periferia potenciando el uso del transporte público (incluido tranvía) y la creación de espacios públicos y de voravies que cobijen el carril bici.
Hubo tiempo para que la alcaldesa reconociese algunas carencias existentes en el actual modelo de gestión de patrimonio. Estos minutos llegaron con el turno de preguntas, realizadas por parte de un público, bastante especializado y con algunas preocupaciones que Calvo confesó compartir. "Es necesario ampliar el Catálogo de Protección de Patrimonio". Indiscutible punto de partida consensuado entre todos los reunidos ayer. Entre ellos, Joan Guaita, galerista y presidente de la Fundació Amics del Patrimoni; Pere Ollés y Manel Quadreny, presidentes de Arca y Arca Llegat Jueu; los historiadores Arnau Company y Gaspar Valero; y Joan Darder, presidente del Cabildo Catedralicio.
Otra falta importante expuesta ayer. "La carencia de una política de estrategia museística". Por contemplar, nuevos proyectos como el Museo Marítimo, o el Museu de Ciutat. Por concretar, un plan que aporte "coherencia y aproveche los equipamientos actuales".
Calvo habló sin alarmismos, pero con algunas advertencias respecto a las consecuencias de una mala gestión patrimonial. "Nuestro discurso turístico, cultural, de mantenimiento, de sostenibilidad, comunitario, se hundirá si no actuamos". En este sentido, se reiteró la alcaldesa en la necesidad de integrar la administración de la herencia histórico artística recibida dentro del modelo de ciudad futura -"a veinte años vista"-. "El patrimonio es un refuerzo de identidades, un depositario de la memoria, un testigo la diversidad, un referente para el futuro, un recurso económico y un factor de proyección exterior". Su conservación, palabra de Calvo, una obligación de los poderes públicos.