Un proyecto que mejora la estructura y la estética del inmueble modernista
Los arquitectos, autores de la reforma, se quejan de la carencia de ayudas públicas pese a ser un edificio catalogado
Imágen: El mirador de madera ha recuperado sus elementos originales mediante un trabajo artesanal de ebanistería. Fotos: Lorenzo.
SILVIA VELERT. PALMA. El edificio que albergaba el antiguo bar Triquet, entre las calles Sindicat y avenidas, está recuperando las formas. Hace dos años empezó la reforma de este inmueble, inaugurado a principios del siglo XX y obra del arquitecto Gaspar Bennàssar. La primera fase consistió en el refuerzo estructural y la adecuación de los servicios básicos y ahora se ha iniciado la parte de los acabados, la más estética. Los cimientos peligraban, por lo que en un primer momento se empezó por la reparación del patio interior, los vestíbulos, la torre de la cúpula superior y el inmueble en su conjunto.
Entre los andamios que tapan la fachada se pueden vislumbrar los cambios experimentados, que han permitido volver a su estado original mediante un trabajo artesanal. El mirador de madera, situado en la parte frontal, es uno de los elementos más llamativos. Pep Vich, uno de los arquitectos que forma parte del grupo CMV, junto a Andreu Crespí y Helena Montes, encargados de la redacción y dirección del proyecto, explica que se realiza un trabajo minucioso de ebanistería para conseguir una fiel reproducción.
Trabajo artesanal
Idéntica reestructuración se ejecuta en las numerosas molduras de motivos florales que se extienden por la fachada, una característica del estilo modernista que preside el edificio, compuesto de doce pisos en cuatro plantas.
Las barandillas y los pies de los ocho balcones, que forman el conjunto, forjados en hierro, las puertas de madera, las persianas, las cornisas y las paredes de mortero de cal y piedra de marès son los elementos objeto de este trabajo manual.
Una vez finalizado el proceso, en principio previsto para mediados del 2009, se podrá ver el color beige claro con el que se construyó, perdido por la capa de polución que le ha dado una tonalidad oscura. El presupuesto total asciende a 1.200.000 euros.
Imágen: El mirador de madera ha recuperado sus elementos originales mediante un trabajo artesanal de ebanistería. Fotos: Lorenzo.
SILVIA VELERT. PALMA. El edificio que albergaba el antiguo bar Triquet, entre las calles Sindicat y avenidas, está recuperando las formas. Hace dos años empezó la reforma de este inmueble, inaugurado a principios del siglo XX y obra del arquitecto Gaspar Bennàssar. La primera fase consistió en el refuerzo estructural y la adecuación de los servicios básicos y ahora se ha iniciado la parte de los acabados, la más estética. Los cimientos peligraban, por lo que en un primer momento se empezó por la reparación del patio interior, los vestíbulos, la torre de la cúpula superior y el inmueble en su conjunto.
Entre los andamios que tapan la fachada se pueden vislumbrar los cambios experimentados, que han permitido volver a su estado original mediante un trabajo artesanal. El mirador de madera, situado en la parte frontal, es uno de los elementos más llamativos. Pep Vich, uno de los arquitectos que forma parte del grupo CMV, junto a Andreu Crespí y Helena Montes, encargados de la redacción y dirección del proyecto, explica que se realiza un trabajo minucioso de ebanistería para conseguir una fiel reproducción.
Trabajo artesanal
Idéntica reestructuración se ejecuta en las numerosas molduras de motivos florales que se extienden por la fachada, una característica del estilo modernista que preside el edificio, compuesto de doce pisos en cuatro plantas.
Las barandillas y los pies de los ocho balcones, que forman el conjunto, forjados en hierro, las puertas de madera, las persianas, las cornisas y las paredes de mortero de cal y piedra de marès son los elementos objeto de este trabajo manual.
Una vez finalizado el proceso, en principio previsto para mediados del 2009, se podrá ver el color beige claro con el que se construyó, perdido por la capa de polución que le ha dado una tonalidad oscura. El presupuesto total asciende a 1.200.000 euros.
Es un Bien de Interés Cultural (BIC) pero no ha recibido ninguna subvención. El edificio de Gaspar Bennàssar tiene las máximas protecciones patrimoniales posibles. Es un Bien de Interés Cultural (BIC), un monumento histórico-artístico, protección A1 y fue declarado Monumento Artístico Nacional en 1990. Sin embargo, el arquitecto Pep Vich critica que no tengan ninguna opción de conseguir subvenciones. El grupo de profesionales que ha redactado el plan de actuación solicitó estas ayudas a la conselleria de Obras Públicas, pero sólo pueden optar a ellas las administraciones públicas, como los ayuntamientos, consells insulares, además de entidades religiosas y sin ánimo de lucro. En este caso, ha sido una comunidad de propietarios la que ha pedido las ayudas, por lo que quedan descartadas.