28 d’octubre 2008

Un concierto acerca por primera vez a Balears la Casa Sefarad Israel

diariodemallorca.es 28-10-2008
La pianista Constanza Aguiló de Cáceres y la soprano Paz Juan interpretarán temas de Mendelssohn, Mahler o Bernstein
Martínez-Vara del Rey, de Lucas, Manel Quadreny, de Arca, y Abraham Barchilón. Foto: Manu Mielniezuk
MATEU CUART. PALMA. La Casa Sefarad Israel, "el último eslabón y el más peculiar" de la cadena confeccionada en España para promover las relaciones exteriores, pone banda sonora a su primera aproximación al archipiélago, al que se proponen hacer partícipe de sus objetivos:"mejorar la imagen de Israel, recuperar el legado sefardí y promover las relaciones con las comunidades sefardíes de la diáspora", según explicó el director de Relaciones Institucionales de la entidad, Miguel de Lucas.
Inseparables música y cultura judía, la primera ha sido elegida para ejercer de anfitriona del que el coordinador de Programación Cultural, Fernando Martínez-Vara del Rey, pretende convertir en "el primero de muchos encuentros" con Balears, articulado esta vez a través de Arca Llegat Jueu y y la Comunidad Judía de las Illes Balears.
La pianista Constanza Aguiló de Cáceres y la soprano Paz Juan se encargarán de poner música y voz a la cita, que tendrá lugar esta noche, a las 20 horas, en el auditorio de la Fundació Bartomeu March, en Palma, donde se interpretarán, en poco más de una hora, temas de Mendelssohn, Mahler, Gershwin y Bernstein, autor de la popular West Side Story.
El acto servirá de aperitivo hacia la cultura judía y el estado de Israel. "Queremos que la gente no sea tan apriorística; que lo conozca y luego lo juzgue", apuntó de Lucas en la rueda de prensa que tuvo lugar ayer, en la que se recordó la afección hacia España de la comunidad que padeció la diáspora. "Muchos no han pisado nunca nuestro suelo y se sienten totalmente españoles", sostuvo el coordinador de Programación Cultural. Y no tienen lugar para el rencor porque, según el presidente de la comunidad judía de las islas, Abraham Barchilón, "los países nunca tienen la culpa de sus dirigentes".