diariodemallorca.es 2-10-2008
Ferran Tarongí ha encargado un proyecto que recogerá los procesos de diseño y presupuesto de la redacción del documento
M. ELENA VALLÉS. PALMA. Uno de los objetivos que se marcó el nuevo director general de Patrimonio del ayuntamiento, Ferran Tarongí, es el de la redacción de la carta arqueológica de patrimonio subacuático. Su predecesora en el cargo, Helena Inglada, arqueóloga en estos momentos del Consell de Mallorca, dejó encargados a una empresa externa a Cort los preparativos de la Carta Arqueológica Terrestre de la ciudad. Con el fin de completar la protección del patrimonio palmesano, Tarongí, que tomó posesión del cargo hace algo más de un mes, se puso manos a la obra para hacer lo mismo que Inglada pero en materia submarina.
En lugar de tratarse del proyecto directo de ejecución de este documento, lo que se ha encargado hace varias semanas es un informe en el que se recogen los procesos de diseño del mismo, su presupuesto y los pasos a seguir para su elaboración.
En primer lugar, señala Tarongí, se está recogiendo e inventariando todo lo publicado sobre la bahía de Palma y la isla de Cabrera, perteneciente al término municipal de Palma. En este sentido, se debe elaborar un listado con todas las publicaciones al respecto y las noticias numerosas que han aparecido en los medios sobre barcos hundidos.
Por otro lado, se debe también planificar metodológicamente y presupuestariamente la prospección y exploración arqueológica subacuática, que se debe llevar a cabo a partir de medios de teledetección y equipos profesionales de buceadores. Para poder desarrollar estas labores, Tarongí explica que se precisa de una infraestructura con la que la administración no cuenta y, por ello, se deberá recurrir a empresas, mediante concurso público, que se dediquen a ello. "La cuantía de estos trabajos es más elevada que la implican los que se precisan para redactar la carta terrestre", matiza Tarongí, quien cree que este proyecto piloto, que estará listo a principios de diciembre, serviría de baremo al Consell para saber qué costaría la carta arqueológica de patrimonio subacuático de toda la isla.
Durante las prospecciones del mar, se deberán acotar los diferentes sectores de exploración, comprobar la existencia de anomalías y confirmar el estado del patrimonio que se encuentre. "Será un modo de poner en orden el patrimonio subacuático de la ciudad", incide.
Asimismo, se recogerán también en el proyecto las especificidades que deberán incluir las fichas sobre los distintos lugares de interés.
En cuanto al coste de la redacción de la carta, Tarongí no se atreve a dar todavía ninguna cantidad fija. En cambio, cree que la de toda la isla podría ascender perfectamente a un millón de euros, "pues la tecnología que se utiliza para la teledetección es muy cara".
Tarongí pone también algunos ejemplos de zonas que seguramente aparecerán en la carta. Por un lado, los distintos yacimientos subacuático de Cabrera (Cabrera I y Cabrera II) y las áreas portuarias de Palma, "que deben estar llenas de barcos. Se tiene noticias de algunos hallazgos en Porto Pi y otros lugares", recalca.
Con este informe recopilador de todo el patrimonio subacuático de la ciudad, que contará con aplicación informática, se intentarán cumplir dos objetivos. Por un lado, evitar el expolio que afecta a nuestras costas y mejorar la vigilancia de algunas zonas. Y por otro, poner al alcance de los investigadores una información actualizada.
Tarongí: ´Perdemos patrimonio por no contar todavía con un museo marítimo´
Ferran Tarongí cree que tener en marcha excavaciones arqueológicas "no tiene demasiada importancia" si no se cuenta con un museo marítimo que acoja las piezas halladas. En este sentido, cree que en la isla "se está perdiendo patrimonio subacuático por no tener este espacio en el que se conservarían las piezas. Hay muchas barcas en la isla que se están echando a perder, como las que se encuentran abandonadas en la cantera del Castell de Bellver", relata Tarongí.
La intención institucional de crear un museo marítimo se hizo patente el pasado mes de agosto con la firma de un convenio entre Cort, Consell y Govern. La sede del mismo será finalmente un edificio de nueva planta.