diariodemallorca.es 11-6-2008
Patrimonio recabará más información sobre la obra del italiano por petición expresa del Cabildo para dictaminar finalmente su adecuación a la Seu
M. ELENA VALLÉS. PALMA. La consellera de Cultura del Consell, Joana Lluïsa Mascaró, confirmó ayer a este periódico que el lunes decidió aceptar la petición expresa del Cabildo de revisar el proyecto de los vitrales de Constantino Ruggeri para la Capilla de la Santíssima Trinitat, por lo que sus técnicos tendrán que recabar más información sobre la obra del arquitecto italiano. La responsable insular de Cultura explicó que no se trata de una situación anómala "y que esta decisión no significa para nada menoscabar el excelente trabajo llevado a cabo por los técnicos del Consell".
La toma de decisión final sobre la colocación de estos vitrales iba a tomarse en la comisión de Patrimonio de este viernes, pero a tenor de este acuerdo, se ha eliminado del orden del día y queda a la espera de un nuevo informe de los técnicos del Consell, "que buscarán más información en otras fuentes especializadas y en otros informes que expongan sus puntos de vista", recalca Mascaró.
Mientras el Consell da más tiempo a los técnicos para que recaben más información, surgen nuevas voces contrarias al proyecto de Ruggeri y las que ya había se mantienen firmes en su argumentario.
Tras la consulta de fuentes fidedignas, este diario ha podido saber que la catedrática de Historia del Arte de la Universitat de les Illes Balears, Catalina Cantarellas, ha remitido un escrito a título personal al Consell dando su punto de vista sobre la cuestión -desfavorable al proyecto de Ruggeri- y apoyando las conclusiones de la ponencia técnica de Patrimonio, que tuvo lugar el pasado 26 de mayo.
La Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA) continúa posicionándose en contra de los vitrales del italiano, pese a que la toma de decisión final se demore.
Joan Pascual, secretario de la asociación proteccionista, niega el proyecto de Ruggeri porque "no proyectaría la luz adecuada a una catedral gótica y desmerecería mucho al conjunto de la intervención de Gaudí en la Capilla de la Santíssima Trinitat". Pascual cree que el Cabildo va errado cuando dice que "cuanto más luz, mejor". "Aquí lo que cabe analizar es ver cuál sería la mejor luz para una nave gótica", remata. Por ello, recomendó que uno de los primeros pasos que deberían llevarse a cabo es la redacción de un estudio lumínico sobre la Catedral. Y a continuación, convocar un concurso internacional de vitralistas, en el momento en que se deseara una sustitución. Finalmente, un jurado de especialistas debería elegir el mejor proyecto.
Pascual añadió que, en realidad, las muestras presentadas por Ruggeri siguen a rajatabla la estética de una época muy determinada, la de Pablo VI, y que son demasiado simples para la Seu.
Cabe recordar que la ponencia técnica de Patrimonio del Consell emitió el pasado 26 de mayo un informe desfavorable a la propuesta de situar los tres vitrales creados por el franciscano Ruggeri en la Capilla de la Trinitat, tal como pedía el cabildo catedralicio.
Mientras el informe histórico-artístico de la asesora técnica de la Catedral en materia patrimonial, Mercè Gambús, encuadraba este proyecto en cuanto "al simbolismo teológico de la Capilla de la Trinitat" a las reformas contemporáneas de Gaudí y Alomar, Patrimonio lo negaba tajantemente: "La intervención de Gaudí, que se integraba en una reforma física y simbólica, fue amplia y diversificada, abriendo un abanico de aspectos arquitectónicos, litúrgicos y ornamentales, mientras que el proyecto que ahora se propone (el de Ruggeri) es concreto, puntual y ex novo".
Asimismo, los técnicos del Consell estiman que sustituir los actuales vitrales "puede comportar importantes afectaciones en la percepción del espacio de la capilla, tanto lumínicos como cromáticos, y sobre todo elementos singulares como el baldaquino de Gaudí, que hoy articula la percepción general del presbiterio".