diariodemallorca.es 11-9-2007
LL. R. / B. C. SANT LLORENÇ La presión urbanística ha sobrepasado la costa del término municipal y ha comenzado a afectar a su interior. No es un fenómeno nuevo ni exclusivo. El Ayuntamiento dice que comenzó a detectarlo en 2000 pero ha sido ahora cuando se ha decidido a decretar una moratoria encaminada a salvaguardar la tipología arquitectónica de Sant Llorenç y Son Carrió.
El pleno municipal acordó ayer este parón de licencias, o de concesión condicionada si se quiere en otros términos, que en principio pretende adaptar las normas subsidiarias al Plan Territorial de Mallorca y que tendrá una vigencia de un año prorrogable a otro. Para ello, el equipo de gobierno (GISC, PSOE, PSM y AGIN) contó con el respaldo de UM, en la oposición. En cambio el PP se decidió por votar en contra de la moratoria.
Según los criterios acordados en el pleno de ayer, en Sant Llorenç los índices de intensidades de uso se establecen en una vivienda por cada cien metros cuadrados con un máximo de dos construcciones por solar. En Son Carrió, la misma medida se establece en doscientos metros. El acuerdo municipal fija claramente que "se trata de impedir grandes edificios plurifamiliares que se consideran impropios de múcleos tradicionales.