La asociación alega contra el Plan Urbanístico y pide la creación de un órgano técnico de patrimonio y un plan especial de protecció.
Tras ser declarado Bien de Interés Cultural por el Consell en 2006, el casco antiguo manacorí se encuentra en un preocupante estado de abandono derivado de la imposibilidad de adquirir cualquier tipo de licencia de obras para su mantenimiento.
Así, ARCA considera indispensable que junto con una ponencia técnica integrada por personal cualificado se redacte un plan especial de protección para las construcciones del centro.
Na Camel·la
El Paseo de Na Camel·la y la Plaza Jordi Caldentey son dos de los espacios que ARCA sitúa como prioritarios dentro del plan de protección por sus «características singulares». Para protegerlos, reza el comunicado, «el primer paso es limitar las alturas de las edificaciones de los alrededores».
Otros espacios que la asociación señala como importantes son los industriales. El patrimonio industrial de Manacor «tiene grandes posibilidades de uso y rehabilitación», señala la nota, «aprovechable para nuevos servicios públicos y rehabilitar todos estos inmuebles».
Por lo que respecta a la ponencia técnica, ARCA sugiere que este órgano esté integrado por técnicos de colegios oficiales, representantes de instituciones culturales, científicos, representantes de la Universidad y de la sociedad civil, entre otros. Por otra parte, también subraya que la asociación «no pide ningún puesto dentro de la ponencia con esta alegación».
ARCA denuncia la carencia de una «valorización» del patrimonio cultural de Manacor, así como «el establecimiento de una normativa específica para los diferentes tipos de bienes culturales». La clasificación de bienes que la asociación propone está integrada por tres tipologías distintas: conjunto, histórico, bienes de interés cultural y catalogados por el Consell de Mallorca y los catalogados por el Ayuntamient