diariodemallorca.es 2-7-2009
El Consell denunció ayer ante la Guardia Civil los destrozos efectuados en el material y la maquinaria de construcción
M. ELENA VALLÉS. PALMA. A los albores de la reforma en el Castell de Alaró, el material de construcción y la maquinaria que el Consell trasladó el martes hasta la fortificación han sido objeto de diversos destrozos. Fue la brigada de Patrimonio quien descubrió ayer por la mañana los estropicios que seguramente se pergeñaron entre la tarde y la noche de anteayer.
Los técnicos se encontraron con que la puerta montada el día anterior en la Torre de l´Homenatge para depositar en su interior el material había sido derribada y su cerradura, arrancada. La señalización con el permiso de obra colocada por los operarios de la brigada de Patrimonio apareció barranco abajo. Los actores del desaguisado que pretendían entorpecer los trabajos de restauración hicieron también estragos en los sacos de material de obra, que aparecieron agujereados por múltiples lados, y en la carretilla de transporte, inutilizable por el pinchazo de una de sus ruedas.
Los agravios infringidos en la zona fueron inmediatamente denunciados por el Consell de Mallorca ante la Guardia Civil y la Policía Municipal de Alaró.
Frente a esta situación, el hijo y representante legal del propietario del castillo, Miguel Ángel Ordinas, reconoció a este diario que era la primera noticia que tenía de lo acaecido, y que su familia ya llevaba mucho tiempo denunciando el "gamberrismo" que se produce en el Castell de manera habitual. Pese a ello, Bartomeu Noguera informa de que varios vecinos de los aledaños vieron cómo el martes por la tarde, hacia las 17 horas, el propietario del fortín, Lorenzo Ordinas, ascendía por el camino que accede a la explanada del pla des Pouet, a través de la cual se accede al castillo a pie.
Los primeros trabajos en Alaró ya evidenciaron el martes que el deterioro del fortín, cuya propiedad reclamó el pasado mes de marzo el Estado, era más acusado de lo previsto. El arquitecto de Patrimonio del Consell y responsable de las obras de consolidación, Carlos Moranta, señaló que los lienzos del muro cercano a la torre de defensa sufren desprendimientos y que por ello deberá también actuarse en este espacio, lo cual no constaba en las previsiones.
El helicóptero que anteayer sobrevoló la zona trasladó de la finca de Ses Barranques a la cima del Puig des Castell material de obra, herramientas diversas, un depósito de agua, un generador eléctrico y varios andamios.
Los operarios de la brigada de Patrimonio prepararon la señalización de los lugares donde se van a llevar a cabo estas intervenciones de urgencia, cuyo coste asciende a 46.000 euros, sufragados por la institución insular.
La señalización y adecuación de las zonas a restaurar son fundamentales para la seguridad de los visitantes, que no deberán pasar por ellos a causa de la peligrosidad que suponen los desprendimientos, cuenta habida de que el castillo no se va a cerrar al público.