03 d’agost 2008

La histórica Torre del Palau rehabilitará su imagen para ser fiel a su pasado

diariodemallorca.es 3-8-2008


Estado actual de la torre que resta de la residencia de Jaume II en la ciudad. Foto: S. Sansó
SEBASTIÀ SANSÓ. MANACOR. Finalmente las ayudas han llegado y la última reminiscencia del antiguo palacio de recreo de Jaume II en Manacor será rehabilitada para preservar su elevado valor patrimonial, datado del siglo XIV. 34.500 euros tendrán la ´culpa´.
La intervención, que va a empezar en las próximas semanas y tendrá una duración estimada de dos meses, contempla la limpieza integral de sus fachadas, la constatación y eliminación de elementos modernos o superfluos que puedan desvirtuarla, como puedan ser morteros, baldosas o conductos de instalaciones y devolver el tapial de tierra original de sus muros. Asimismo, se rehabilitará toda la cubierta para evitar las constantes filtraciones de agua. Según el informe técnico del ayuntamiento de Manacor, se trata de "encontrar trazas de elementos originales, que sumados a los documentos históricos puedan plantear una rehabilitación integral de todo el edificio". Situado en pleno centro, ha sido usada como almacén o zona de servicios de las antiguas Perlas Manacor y que pese a estar insertada en el patio interior de un bloque de pisos, es de libre acceso para los ciudadanos, lo que ha supuesto una degradación más intensiva si cabe.
Quitadas con precisión las pesadas fajas de hierro que sostienen la torre, y previo andamiaje y apuntalamiento interior, se procederá a su consolidación mediante silicatos de etilo. Todo para rejuvenecer uno de los principales valores arquitectónicos a nivel insular.

La dejadez de un BIC de primer orden
De marcada tipología gótica y de planta cuadrada, sobria, la Torre del Palau de Manacor se encuentra dentro del catálogo de Bienes de Interés Cultural (BIC) y fichada por el Ayuntamiento desde 1998.Comprendida entre las calles Bosch, Amargura y las plazas Weyler y del Palau, la torre y su patio fueron retornados a manos consistoriales en el año 1991. La comisión de Urbanismo del Consell ya había manifestado su "preocupante dejadez".