diariodemallorca.es 19-10-2009
DIEGO QÜERIO. ALCÚDIA. La Porta del Moll y el Bastió de Santa Maria de Alcúdia lucirán de nuevo después de la restauración de los cuatro puntos críticos que se encontraban en un avanzado proceso de degradación.
El ayuntamiento de Alcúdia ha encargado a las empresas Llabrés Feliu y Cimientos y Construcciones la sustitución de piedras y morteros de la zona emblemática del nordeste del Camí de Ronda. Se espera que la ejecución de las obras finalice en cuatro meses.
Este símbolo de la muralla se levantó en la Edad Media. Su edificación, como la de toda la zona fortificada, fue dificultosa, a pesar de la necesidad de los habitantes de protegerse de los ataques corsarios no finalizó hasta el año 1362. En esos años, Alcúdia no alcanzaba el millar de habitantes, sin edificios altos y desde el centro del casco antiguo podía divisarse los dos puertos, el Mayor, ubicado en la bahía de Alcudia, y el Menor de Pollensa, en el Barcarés. Existe confusión sobre el arquitecto pero al parecer la obra fue encargada Arnaldo Decoll Ponç, arquitecto del rey Jaume II especializado en amurallamientos.
A principios del año 1909 se tuvo que reconstruir parte de la Porta del Moll que se había desmoronado.
Le siguieron varias rehabilitaciones a toda la muralla, dirigidas por el aquitecto Gabriel Alomar entre 1963 y 1967 y la última en 1994-1996 continuando la anteriores y efectuada por J. Carbonero, Luis García-Ruiz y también por C. Moranta.
La actual modificación será la primera que se realice en este siglo, unos cien años después de que se catalogara el monumento.