28 de maig 2008

Patrimonio deniega el permiso para instalar los vitrales de Ruggeri

diariodemallorca.es 28-5-2008

El informe técnico es desfavorable a este proyecto porque "no mejora" los vitrales actuales, instalados en la Capilla Real .

LOURDES DURÁN. PALMA. El informe técnico de Patrimonio del Consell ha vetado el proyecto de ejecución que quería sustituir los vitrales actuales de la Capilla Real de la Seu por los realizados por el franciscano Constantino Ruggeri, que sí contaban con el visto bueno del cabildo. Otra entusiasta de este "proyecto impresionante" es la especialista y profesora de la UIB Mercè Gambús, quien en su día incidió en la óptima presentación del proyecto a cargo de los arquitectos que trabajaron con el franciscano, fallecido el pasado verano. Sin embargo, Patrimonio no lo cree adecuado.
Al parecer, los servicios técnicos del departamento de Patrimonio del Consell se han basado en que "técnicamente" el proyecto "no se ajusta a los usos actuales, ni mejora la reforma de Gaudí".
Estaba previsto colocar los vitrales de Ruggeri en la Capilla Real o de la Trinitat, y conforme a lo expresado por Gambús a este diario, el pasado mes de enero, "sus vitrales juegan con armonizar con la luz propiciada por la intervención de Antoni Gaudí". Una opinión, ahora desmentida, por la ponencia técnica que ayer dictaminó negativamente. La última palabra la tendrá la comisión de Patrimoni el próximo 13 de junio.
El proyecto de este vidriero especializado en el concepto de "luz mística", y que ha sido llamado para trabajos con arquitectos de la talla de Siza, Ando y Foster, fue presentado el pasado año. El canónigo de la Seu Llorenç Tous ha sido uno de sus grandes defensores.
Desde Patrimoni se sugiere otra ubicación para unos vitrales que juegan con los colores primarios, frente a los actuales del siglo XIX, realizados en la Casa Migó en Barcelona. Indican que sería más acertada su ubicación en la Capilla del Sagrat Cor y no en la Real o de la Trinitat, que fue donde Gaudí llevó a cabo su reforma de la Catedral.
No es la primera vez que el franciscano ve obstáculos para dejar su impronta en la isla. En 1989 diseñó un proyecto para la Capilla del Santíssim, que contó con el beneplácito del padre Gabriel Llompart, la Academia de Bellas Artes y el rechazo del arquitecto Gabriel Alomar. Tampoco agradó su plan para la iglesia de Can Picafort.
Una vez que se aprobó la intervención artística de Miquel Barceló en la Capilla del Santíssim, ciertos canónigos del Cabildo catedralicio pensaron que podría recuperarse el proyecto de Ruggeri para la Capilla Real. Sí, pero hubo que esperar, entre otras cosas, a que cambiase el organigrama en el obispado de Mallorca. El actual obispo, Jesús Murgui sí es favorable. También lo es Joan Darder, el actual deán.Por otro lado, hubo acuerdo para trasladar los vitrales, supuestamente atribuidos a Gaudí, al Taller de Restauración del Obispado, para que se subsanen los desperfectos y, sobre todo, para proceder a un estudio en profundidad que dictamine si son o no del arquitecto. El responsable de Patrimoni del Cabildo, Llorenç Tous, confirmó a este diario que los vitrales encontrados, a raíz de los trabajos en la Capilla Real, son obra de Gaudí.