diariodemallorca.es 30-1-2009
La especialista en arte Mercè Gambús señaló que, pese a ser meros borradores, resultan significativos y deben ser estudiados
Al fondo, se ve la capilla de la Trinitat, cuyo estudio el pasado año llevó al hallazgo de estas pruebas de color de Gaudí. Foto: B. Ramon
LOURDES DURÁN. PALMA. Los vitrales encontrados el año pasado en la Catedral que fueron atribuidos, con cautela, al arquitecto catalán Antoni Gaudí, tal como adelantó este diario en su edición del 19 de marzo de 2008, son "pruebas de color".
Mercé Gambús, responsable del Grup de Conservació de Patrimoni Artístic i Religiós de la Universitat de les Illes Balears, señaló ayer que el hallazgo responde a "borradores" que Gaudí llevó a cabo, sólo que sin "presentar una composición" propia de un vitral.
No por ello, le restó importancia al hallazgo y recomendó su estudio. "Tienen importancia dentro de un contexto no trascendente. Si se hace un estudio más amplio, puede ser interesante. Creo que hay que hacer un trabajo de archivo sistemático".
Las pruebas encontradas servirían para estudiar el proceso de trabajo de los elementos decorativos que el arquitecto catalán quería instalar en la Seu al tiempo que llevaba a cabo su abortada reforma. Cabe recordar que el autor del Parc Güell fue solicitado por el obispo Campins para llevar a cabo una serie de trabajos en la Catedral que quedaron inconclusos en su totalidad por las divergencias entre los ayudantes de Gaudí, Joan Rubio y Josep Maria Jujol. El catalán trabajó en la Catedral desde 1904 hasta el fallecimiento de su protector, el obispo Campins, en 1915.
Gaudí tenía previsto abrir ocho ventanas en la Capilla Real. "Sabemos que hizo muchas pruebas", indica Gambús.
Una vez que se encontró este material -el Cabildo ya tenía noticia de la existencia de los mismos-, fue trasladado al Taller Diocesano para ser estudiado.
El hallazgo se produjo a raíz del proceso de documentación que se estaba llevando a cabo en la capilla de la Trinitat con el objetivo de restaurar los vitrales neoclásicos situados como corona del templo o, si Patrimoni lo hubiera aprobado, colocar los vitrales que Constantino Ruggeri proyectó antes de su muerte.
No se equivocó Gambús al considerar que tras esos vidrios encontrados estaba la mano de Gaudí, sólo que una vez estudiado el material se ha comprobado que "no componen ningún diseño", de ahí que no estamos ante vitrales completos sino ante vidrios que fueron las lógicas pruebas de color del artista.
En un principio, siempre en el terreno de las conjeturas, se barajó la idea de que podían haber sido vitrales procedentes de Barcelona y que Gaudí quería para su reforma catedralicia. No se descartó, incluso, que tras ellos no existiera relación alguna con el arquitecto catalán.
Tema paralizado
Casi un año después, y con el protagonismo asumido por la pugna entre los partidarios de situar los vitrales de Ruggeri y los que prefieren restaurar los que están en la capilla de la Trinitat, aquellos supuestos vitrales de Gaudí quedaron en el olvido.
Al pasar supuestos vitrales de Gaudí a "borradores", el tema aguarda un estudio documental.