Cultura ha pedido a los arqueólogos que elaboren una propuesta para identificar mediante siglas las piezas halladas en yacimientos, pues están en desacuerdo con el modo actual de proceder en el museo
Imagen de archivo de Ca la Gran Cristiana, palacio donde se ubica el Museu de Mallorca. Foto: M. Massutí
M. ELENA VALLÉS. PALMA. La reunión " a dos bandas" -comunidad de arqueólogos versus la directora del Museu de Mallorca, Joana Maria Palou- convocada ayer por la conselleria de Cultura desembocó en la ratificación de la doble auditoría a la que será sometido el único museo de titularidad estatal de la isla, el Museu de Mallorca, y de cuya gestión es además responsable el Govern balear.
El director general de Cultura, Pere Joan Martorell, especificó que la investigación interna del museo, que fue exigida mediante un escrito ratificado por la Sección de Arqueología del Colegio Oficial de Licenciados en Filosofía y Letras y remitido a la consellera Bàrbara Galmés el pasado mes de diciembre- vendría a través de una doble vía: por un lado, comenzaría el propio servicio de calidad del Govern. Y por otro, continuaría una empresa externa a la comunidad, llamada AEVAL (Agencia Estatal de Evaluación de las Políticas Públicas y Calidad de los Servicios), dependiente del Ministerio de Administraciones Públicas, "cuyos resultados conformarán una medida más de análisis".
El encuentro, cuya intención fue también la de "acercar posturas", sirvió asimismo para avanzar en otro aspecto que tiene contrariada a la comunidad de arqueólogos, que no es otra que las exigencias en la identificación mediante siglas de las piezas halladas en excavaciones arqueológicas. La conselleria pidió a los investigadores que elaboraran una propuesta de sistema de documentación de los materiales y su depósito, "sugerencias que deberemos después de estudiar para comprobar que se está cumpliendo en todo momento con la ley y así poder llegar a un acuerdo", indicó Martorell.
El director general reconoció que el sistema actual de identificación de las piezas exigido por Joana Maria Palou, para que el material pueda ser ingresado en el museo, "es muy meticuloso. Quizás podría ser más sencillo. Comprendo que si hay restos de un cadáver, quizás sea exagerado que cada pequeño hueso lleve siglas si está todo ese material junto, en la misma bolsa o caja".
Habida cuenta de que las competencias sobre patrimonio en la isla están transferidas al Consell de Mallorca desde el año 95, "pediremos la colaboración de la institución insular, titular de los materiales conservados en el museo". Por ello, Martorell anuncia que es muy probable que en una segunda reunión se convoque también a la administración insular.
En cuanto a la supuesta desaparición de piezas denunciada por el equipo de investigación de la Universitat de les Illes Balears (UIB), Arqueobalear, Martorell apunta que "seguramente se debe a una situación anterior en que no se identificaron bien las piezas. Una circunstancia de mal funcionamiento que ha heredado la actual directora, Joana Maria Palou".
Las intenciones de la conselleria son corregir "estos problemas" que presenta el museo mediante un proyecto de inversión de 500.000 euros que irían destinados a dotar de plazas los centros gestionados por el área de Bàrbara Galmés.
El director de Arqueobalear, Víctor Guerrero, quiso opinar a título personal y como arqueólogo dedicado a la investigación sobre toda la cuestión: "Ha sido una reunión inútil porque el núcleo del problema, la persona encargada de la gestión del museo, ha echado balones fuera culpando a otros, cosa que es muy humana. Sin embargo, no me parece correcto que Palou esté si los arqueólogos nos reunimos con los políticos, porque puede interferir en la investigación".
La Sección de Arqueología todavía no ha dado su veredicto sobre la cuestión, pues espera que todos los arqueólogos que participaron en la reunión de ayer -Javier Aramburu, Francisca Torres, Mateu Riera, Magdalena Salas, Beatriz Palomar y Víctor Guerrero, entre otros- ratifiquen el comunicado oficial que hará llegar a la prensa.
M. ELENA VALLÉS. PALMA. La reunión " a dos bandas" -comunidad de arqueólogos versus la directora del Museu de Mallorca, Joana Maria Palou- convocada ayer por la conselleria de Cultura desembocó en la ratificación de la doble auditoría a la que será sometido el único museo de titularidad estatal de la isla, el Museu de Mallorca, y de cuya gestión es además responsable el Govern balear.
El director general de Cultura, Pere Joan Martorell, especificó que la investigación interna del museo, que fue exigida mediante un escrito ratificado por la Sección de Arqueología del Colegio Oficial de Licenciados en Filosofía y Letras y remitido a la consellera Bàrbara Galmés el pasado mes de diciembre- vendría a través de una doble vía: por un lado, comenzaría el propio servicio de calidad del Govern. Y por otro, continuaría una empresa externa a la comunidad, llamada AEVAL (Agencia Estatal de Evaluación de las Políticas Públicas y Calidad de los Servicios), dependiente del Ministerio de Administraciones Públicas, "cuyos resultados conformarán una medida más de análisis".
El encuentro, cuya intención fue también la de "acercar posturas", sirvió asimismo para avanzar en otro aspecto que tiene contrariada a la comunidad de arqueólogos, que no es otra que las exigencias en la identificación mediante siglas de las piezas halladas en excavaciones arqueológicas. La conselleria pidió a los investigadores que elaboraran una propuesta de sistema de documentación de los materiales y su depósito, "sugerencias que deberemos después de estudiar para comprobar que se está cumpliendo en todo momento con la ley y así poder llegar a un acuerdo", indicó Martorell.
El director general reconoció que el sistema actual de identificación de las piezas exigido por Joana Maria Palou, para que el material pueda ser ingresado en el museo, "es muy meticuloso. Quizás podría ser más sencillo. Comprendo que si hay restos de un cadáver, quizás sea exagerado que cada pequeño hueso lleve siglas si está todo ese material junto, en la misma bolsa o caja".
Habida cuenta de que las competencias sobre patrimonio en la isla están transferidas al Consell de Mallorca desde el año 95, "pediremos la colaboración de la institución insular, titular de los materiales conservados en el museo". Por ello, Martorell anuncia que es muy probable que en una segunda reunión se convoque también a la administración insular.
En cuanto a la supuesta desaparición de piezas denunciada por el equipo de investigación de la Universitat de les Illes Balears (UIB), Arqueobalear, Martorell apunta que "seguramente se debe a una situación anterior en que no se identificaron bien las piezas. Una circunstancia de mal funcionamiento que ha heredado la actual directora, Joana Maria Palou".
Las intenciones de la conselleria son corregir "estos problemas" que presenta el museo mediante un proyecto de inversión de 500.000 euros que irían destinados a dotar de plazas los centros gestionados por el área de Bàrbara Galmés.
El director de Arqueobalear, Víctor Guerrero, quiso opinar a título personal y como arqueólogo dedicado a la investigación sobre toda la cuestión: "Ha sido una reunión inútil porque el núcleo del problema, la persona encargada de la gestión del museo, ha echado balones fuera culpando a otros, cosa que es muy humana. Sin embargo, no me parece correcto que Palou esté si los arqueólogos nos reunimos con los políticos, porque puede interferir en la investigación".
La Sección de Arqueología todavía no ha dado su veredicto sobre la cuestión, pues espera que todos los arqueólogos que participaron en la reunión de ayer -Javier Aramburu, Francisca Torres, Mateu Riera, Magdalena Salas, Beatriz Palomar y Víctor Guerrero, entre otros- ratifiquen el comunicado oficial que hará llegar a la prensa.