Última Hora Digital 7-1-2008
La zanja que se abrió en los años 30 para llevar el ferrocarril permitirá una lectura vertical del yacimiento
ELENA BALLESTERO. Que el servicio de ferrocarril llegue hasta Alcúdia no es una idea nueva. A lo largo de la historia muchos han sido los intentos de llevar el tren hasta la costa norte y uno de los más sonados fue durante la Guerra Civil española. La zanja de más de cincuenta metros que se abrió entonces facilitará ahora una nueva lectura de Pollentia.
Son muchos los alcudiencs que aún recuerdan el proceso de expropiación y cómo las máquinas excavadoras entraron en la ciudad romana de Pollentia, arrasando más de cincuenta metros de yacimiento.Cuentan los entendidos que el capataz se quedó todo el material encontrado, que acabó en manos de un coleccionista privado en Artà.
Ahora, por primera vez y en medio de la polémica sobre cuál será el trazado definitivo para llevar el tren hasta Alcúdia, aquel atentado arqueológico, hoy impensable, permitirá al menos obtener otra visión del yacimiento.
El Ajuntament y el departamento insular de Patrimoni trabajan en el proceso de limpieza y recuperación de aquella trinchera, lo que permitirá obtener una sección vertical de la ciudad romana de Pollentia. El visitante podrá así identificar en los diferentes estratos del terreno elementos como la calzada o las edificaciones.
El proyecto responde a una inquietud de la directora de las excavaciones de Pollentia, Margalida Orfila, que lleva años reivindicando el aprovechamiento didáctico de aquella zanja. Ahora explica orgullosa cómo «el corte de los años treinta permite tener una lectura muy bonita del urbanismo de la ciudad». «Se trata de un corte vertical de cincuenta o sesenta metros que conectado con la parte del yacimiento que está a la vista permitirá explicar de un modo nuevo el yacimiento desde la zona de la Portella», añade Orfila