21 de gener 2009

El cabildo de la Seu renuncia al proyecto de vitrales de Ruggeri

diariodemallorca.es 21-1-2009

Mascaró afirma que el capítulo retira la propuesta porque desea ampliar la reforma de la Capilla de la Santíssima Trinitat

Vitrales de Ruggeri diseñados para la Capilla de la Trinitat.
M. ELENA VALLÉS. PALMA. Desde el pasado mayo, mes en que Patrimonio rechazó el proyecto de sustituir los actuales vitrales de la Capilla de la Santíssima Trinitat por los del arquitecto italiano Costantino Ruggeri, se arrastra una polémica que ahora parece llegar a su fin.
El cabildo de la Catedral habló la semana pasada directamente con la consellera insular de Cultura y Patrimonio, Joana Lluïsa Mascaró, para comunicarle la retirada de la propuesta, que fue rechazada el pasado 26 de mayo en ponencia técnica de Patrimonio, fecha en la que se informó desfavorablemente sobre los mismos, pues "la luz que se filtraría por los vitrales podría afectar a la percepción de la capilla a nivel lumínico y cromático, y a determinados elementos de la obra gaudiniana". La medida no fue compartida por el capítulo catedralicio, quien finalmente decidió pedir a Patrimonio revisar el proyecto de los vitrales, que aceptó la propuesta, y para ello encargó un proyecto a la Universitat de les Illes Balears, que ya estaba en marcha, "y que tendremos que pagar", resaltó Mascaró ayer.
El director insular de Patrimonio, Biel Cerdà, señaló que "en realidad no se trata de sufragar directamente el informe, que éste no tiene un precio establecido, pues está inscrito dentro de un convenio que el Consell tiene firmado con la Universitat de les Illes Balears (UIB) para que ésta elabore informes sobre Bienes de Interés Cultural y similares, pues la Ley de Patrimonio obliga a que sea así".
En cuanto a la ampliación de la rehabilitación de la Capilla de la Santíssima Trinitat, Mascaró reconoce que no sabe muy bien a qué se refiere el cabildo, pues no se lo explicaron. "Me dijeron que se lo querían pensar bien y trabajar con más tranquilidad". Cerdà indica que quizá apuntaran a rehabilitar una zona que se encuentra debajo de la capilla, "a un espacio que los sacerdotes utilizan como almacén y donde se visten. Es la zona original a partir de la cual empezó a crecer la Catedral. Es la parte más antigua".
Los vitrales neogóticos que en estos momentos están en esta capilla presentan un estado de conservación deficiente. Tal y como se indicaba en el informe presentado por el cabildo para intentar conseguir llevar a cabo la colocación de los nuevos vitrales de Ruggeri, "algunas de sus placas se han caído; además se presentan abombamientos, pérdidas cromáticas y desprendimientos".
Cabe recordar que en su momento, surgieron voces contrarias al proyecto de Ruggeri dentro del seno de la comunidad universitaria. Fue el caso de la catedrática de Historia del Arte de la UIB Catalina Cantarellas, quien remitió un escrito a título personal al Consell aportando su punto de vista desfavorable sobre la cuestión.
La Associació per a la Revitalitzación dels Centres Antics (ARCA) tomo partido también en contra de los vitrales del italiano. Joan Pascual, secretario de la asociación proteccionista, negó el proyecto porque los vitrales "no proyectarían la luz adecuada a una catedral gótica y desmerecería mucho al conjunto de la intervención de Gaudí en la capilla". Pidió en este sentido la redacción de un estudio lumínico sobre la Catedral. Y a continuación convocar un concurso internacional de vitralistas en el momento que se deseara una sustitución.


Els vitralls de la polèmica