El edificio gótico civil ha sido sede de ARCA en los últimos 23 años y la entidad patrimonial confía en seguir ahí
Patio de Can Weyler, sede de ARCA, en la calle de la Pau. Foto: Torrelló
LOURDES DURÁN. PALMA. Uno de los escasos ejemplos de gótico civil que perduran en Palma, el edificio de Can Weyler, va a ser adquirido por el Consell de Mallorca. Así lo anunció ayer su presidenta, Francina Armengol, en su discurso en el debate de Política General celebrado en la sede de la institución. La idea es comprarlo y convertirlo en un centro de interpretación de turismo cultural. Sólo que el edificio presenta un estado de conservación "deplorable" y será necesaria una reforma.
El inmueble es propiedad de una fundación benéfica, Casas de Cuna del Niño Jesús, pero sobre todo es reconocido por ser la sede de la entidad patrimonial Associació per a la Revitalització del Centres Antics (ARCA), inquilina desde los últimos 23 años.
Nada ha trascendido del futuro de la asociación, aunque tal y como señaló ayer su secretario, Joan Pascual, "esperamos alcanzar un acuerdo y permanecer. Dicho esto, nuestra actividad se puede llevar a cabo desde cualquier lugar".
La entidad se felicita de que finalmente el edificio catalogado sea adquirido por una institución pública, puesto que "ha habido ofertas privadas muy perversas", confesó Pascual. Entre los privados que tantearon la compra de Can Weyler, Vicenç Grande.
Algo sí recomiendan desde la entidad proteccionista, y así se lo han transmitido a la presidenta del Consell de Mallorca, y es que "se lleva a cabo una restauración ejemplarizante porque muchas de las llevadas a cabo en Mallorca, desgraciadamente, son muy falsas". En ese sentido, reiteró Pascual su impresión negativa sobre "ese aspecto homogeneizado del patrimonio de Mallorca, como si fuera de lujo, olvidando que la belleza de nuestro patrimonio radica en su austeridad".
Pascual recordó que existe un anteproyecto de reforma de la arquitecta Neus García Iniesta y de su marido.
El casal presenta problemas "muy graves en la cubierta". Claro está que el inmueble, y frente al nuevo uso que se le querrá dar, requerirá una serie de reformas que eliminen barreras arquitectónicas y den una mayor confortabilidad al edificio. "Aconsejamos una restauración de gran sobriedad, que atienda lo esencial, que son los fundamentos y la cubierta", recalcó Pascual.
Armengol visitó en Barcelona el reformado Palau Robert, actual centro de información turística de Cataluña, y "le gustó mucho". El edificio catalán podría ser modelo para este casal que inicialmente fue Casa de Cuna o, lo que es igual, un antecedente de las guarderías.
A principios del siglo XX, la hija del general Weyler, María regaló a la institución benéfica Casas de Cuna del Niño Jesús, que guardaban a los hijos de las mujeres trabajadoras en su jornada laboral. Por tal motivo, popularmente se la conoce con el nombre de Sa Cuna.
En los años 60 se trasladaron al Puig de Sant Pere, permaneciendo el inmueble en su propiedad. En un principio se rentó a una "especie de secta que vestían de rojo", hasta que ARCA lo alquiló 23 años atrás. Desde entonces, ha sido un centro aglutinador de distintas actividades culturales como conferencias, entregas de premios, jornadas de arquitectura y patrimonio.