07 de setembre 2008

La rehabilitación del edificio de la Lonja no necesitará intervenir en su estructura

el mundo.com 7-9-2008
EFE . PALMA.- Las obras de rehabilitación de la Lonja de Palma no incluirán ninguna intervención en la estructura del edificio, según han averiguado especialistas en la materia y los responsables de las obras, que han confirmado que las grietas existentes son antiguas y no suponen un peligro para el edificio.

El arquitecto Pere Rabassa, director de las obras de rehabilitación de la Lonja de Palma, ha explicado que dispone de un informe al respecto, elaborado por el catedrático Santiago Huerta, que "confirma el buen estado de salud estructural del edificio".

Rabassa ha recordado que el proyecto de rehabilitación de la Lonja elaborado en el año 2000 advertía de una posible problemática de estabilidad estructural del edificio, que podría ser responsable de las grietas y humedades de la cubierta, pero dicho peligro no ha sido confirmado.

"Hay grietas, pero son de siglos de antigüedad y no se han vuelto a mover", ha explicado. "La Lonja está en unas condiciones magníficas después de 500 años", ha manifestado Rabassa, quien ha añadido que algunas de las soluciones planteadas en el proyecto original "se han cuestionado por especialistas y no hará falta aplicarlas".

Este mes se constituirá la comisión de seguimiento de las obras de rehabilitación, con representantes de las instituciones, miembros de la Universidad de las Islas Baleares, del Colegio de Arquitectos y otros expertos, que determinarán las modificaciones del proyecto que sean necesarias.

"Entre ellas, la más importante es no hacer la cubierta de madera con acabado de cobre que plantea el proyecto, una solución que no es la que propuso Guillem Sagrera", ha anunciado Rabassa.

El arquitecto es partidario de eliminar incluso la cubierta de madera, viguetas de hierro y teja actual, que fue colocada dos siglos después de la construcción de la Lonja, porque considera que, al igual que la nueva propuesta, "desvirtúan las características originales y la constitución de la Lonja".

Rabassa propone una cubierta plana con pendiente "como la original, que se puede ver en el grabado de Garau de 1664".

Estaría hecha de un "trespol" (pavimento) al estilo del que también cubría originariamente el edificio y que hoy figura en el Castell de Bellver, "de argamasa de mortero de cal con polvo cerámico y algún aditivo más".

Mientras tanto, la rehabilitación de los paramentos, muros, molduras, esculturas, columnas y pavimento sigue su curso, con aplicación de distintas técnicas, en función de la situación en la que los técnicos han encontrado cada elemento, y que van "desde el simple cepillado a la sustitución de juntas y la limpieza de costras de polución y de sales que han emergido por la humedad".

El criterio global de la intervención en la Lonja es "la mínima agresividad posible, para que el edificio no pierda la protección que le da la propia piedra", ha declarado Rabassa.

La precaución se llevará al extremo de que "el desgaste lógico tras 500 años, como pequeños golpes en el suelo y desconchados en escalones, se va a mantener porque son como las arrugas de la edad y no tienen una connotación negativa", según el arquitecto mallorquín.

El desgaste natural se dejará salvo "excepciones particulares" en las que la degradación de la piedra "pueda poner en peligro la estabilidad del conjunto", en cuyo caso, el elemento dañado será sustituido.

La labor principal será la limpieza de las cuatro fachadas "porque la suciedad no permite que la piedra respire y, si no se limpia, al final ésta se areniza y se degrada".

Entre los sistemas de limpieza a utilizar figuran la aplicación de una arcilla que absorbe impurezas y el uso de microtornos y láser para eliminar costras o un microchorro de silicato de aluminio que permite llegar a los rincones, además de cepillado y rasqueta.

"La estatuaria y los elementos ornamentales se tratarán con una sensibilidad especial", ha explicado Rabassa.

También se repararán los daños causados por una intervención "realizada hace 20 o 25 años, cuando algunos fragmentos caídos se restituyeron con un mortero con resinas, que se pegaron a la piedra tras realizar unos cortes con una sierra de disco".