02 de març 2008

El taller del obispado restañará las heridas del retablo de Sant Josep

diariodemallorca.es 2-3-2008

El equipo de Antònia Reig empezará el martes la limpieza del mueble neogótico, maltrecho por unas filtraciones de agua

La humedad ha levantado el pan de oro y parte de la pintura del segundo carril del altar. Foto: B. Ramon
M. ELENA VALLÉS. PALMA. Historiadores, restauradores y químicos ya están listos para comenzar a restañar las heridas del retablo de Sant Josep de la Seu. El próximo martes, el equipo del taller de restauración del obispado, dirigido por Antònia Reig Morro, intervendrá en este mueble neogótico que se vio maltrecho a raíz de unas goteras existentes en el techo de la capilla que acoge el retablo.
Hace unos años, se realizaron unas obras en las cubiertas de la catedral y los técnicos no taparon unos agujeros. Tras unas fuertes lluvias, se produjeron unas notables filtraciones de agua. Con ello, el retablo quedó impregnado de humedad, con el peligro de proliferación de hongos e insectos que atacan a la madera, y se levantaron las capas de pan de oro y barnices. A excepción de estos desperfectos, Reig explica que será un trabajo de tres semanas, "porque está en buen estado de conservación".
En el resto del mueble, hay una capa visible de polvo y suciedad depositada en las superficies planas y horizontales y en los rincones. Debajo de ésta, hay otro recubrimiento de carácter graso, producido por la mezcla de polvo ambiental y humo generado por la combustión de las antiguas iluminaciones. Con el tiempo, estos fenómenos han ido produciendo un oscurecimiento general del retablo, atenuando los colores de las policromías y el brillo del oro.
La restauración, que ascenderá a un total de aproximadamente 12.000 euros, empezará por una primera limpieza superficial del retablo, para retirar el polvo y la suciedad con la ayuda de un aparato de succión. Para ello, se utilizará una gama de disolventes adecuados para dejar la superficie lista para que penetre mejor el desinfectante y el consolidante. A continuación, donde puntualmente las capas pictóricas hayan perdido parte de sus propiedades y presenten problemas de adhesión, se aplicarán colas animales tradicionales y adhesivos acrílicos. En el siguiente paso, se ejecutará una segunda limpieza para retirar la capa de suciedad más adherida, ceras y repintadas posteriores para igualar las zonas que se han visto afectadas por la humedad con el resto. Luego, se aplicará un estucado tradicional. Estas zonas se reintegrarán ligeramente para entonar con el resto, con materiales reversibles, estables y legibles, "para que se sepa en todo momento qué ha hecho el restaurador y qué el pintor histórico", explica Reig. Para terminar la intervención, se aplicará una capa protectora para preservar todo el conjunto.
El retablo de Sant Josep preside la primera capilla claustral de la nave de la Almoina, que antes de la actual titularidad había estado dedicada a la advocación de las Almas. Entre 1885 y 1886 este oratorio fue objeto de una importante reforma que afectó al estucado de los muros, al pavimento y al mobiliario. En este contexto, fue fabricado el altar que motiva la presente intervención de restauración.
En realidad, se trata de un mueble neogótico de madera dorada y policromada, de tipología plana, con predela y un único cuerpo de tres carriles, presidido por Sant Josep con Jesucristo y las imágenes de Sant Jaume y Santa Teresa de Jesús. La predela, sobre un zócalo de mármol, dispone de un relieve marrativo central relativo al traspaso de Sant Josep. El conjunto se completa con un altar dorado y policromado en la parte anterior y una prolongación mediante dos puertas laterales de acceso a un corredor posterior, a manera de sacristía.Los escultores Guillem Galmés y Pere Llorens fueron los artífices del mueble, que fue bendecido en 1886, a pesar de que el relieve de la predela no se terminó hasta dos años depués.