diariodemallorca.es 22-3-2009
BARTOMEU BESTARD (*) Estas últimas semanas los medios de comunicación han publicado la intención de AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea), de demoler las casas prediales de Son Mosson Nou, las cuales están situadas en la parte periférica meridional del solar del aeropuerto. Se sitúan cerca del mar, en la retaguardia des Carnatge y al estar ubicadas en un altozano son visibles desde la autovía de Llevant.
El topónimo de Son Mosson está documentado en el siglo XVIII y aparece marcado como finca de la zona en el famoso mapa del cardenal Antonio Despuig. Por aquel entonces confrontaba con las fincas de Son Moix, Son Banya y sa Torre Redona. La antigüedad del topónimo explica porqué resulta familiar a muchos ciudadanos, sobre todo del Coll d´en Rebassa y de Can Pastilla. A principios del siglo XIX la finca se debió segregar, pues en el apeo de 1818 aparece el nombre de Son Mosson Nou, cuyo propietario era Mariano Fuster. En esa época la finca ya poseía las casas que hoy podemos contemplar -a excepción de una torre con tejado a cuatro vertientes que fue demolida en 1980-, además tenía cuatro cuarteradas de campo y sesenta de prado y monte. Como se ve, la finca tenía una extensión nada desdeñable, sus tierras iban desde el Camino de Son Fangos hasta el mar. Por la parte de levante limitaba con Son Oms y sa Torre Redona y por la parte de poniente con Son Manuel y Son Mosson Vell. Estas últimas eran las casas originarias de Son Mosson que habían pasado a denominarse Son Mosson Vell, las cuales fueron demolidas durante la segunda mitad del siglo XX. Roberto Fernández cuenta que en 1921 se inauguró el tranvía del Arenal, cuya primera parada, después de pasar es Coll d´en Rebassa, era precisamente la de Son Mosson, lo que popularizó aún más el topónimo.
En cuanto a las casas de Son Mosson Nou, cabe decir que están construidas siguiendo los cánones de la arquitectura tradicional de la isla. Es decir, consta de un cuerpo principal de planta rectangular y que presenta tres niveles: planta baja, principal y porches. La cubierta a dos aguas. En el costado sur de la casa hay adosados otros volúmenes con cubierta plana que sirven de terrazas con balaustradas que dan servicio a las plantas superiores del edifico principal.
Pedro Galiana, conocedor y estudioso de la historia del Coll d´en Rebassa y sus alrededores, cuenta detalladamente cómo era el paisaje y la vida en Son Mosson Nou. Antes, en la época preturística, justo pasada la propiedad conocida como sa Tanca de Can Pocarroba, había la pared medianera con las tierras de Son Mosson Nou. En aquel entonces la carretera era un camino de carro, al lado del cual pasó el tranvía hasta 1948. Este camino separaba la finca en dos: por un lado las casas prediales y los terrenos dedicados al cultivo; y por otro, la parte del mar, dedicado a canteras de piedra arenisca. La finca tenía un almendral de tierra arenosa, dónde se cultivaba trigo, cebada, avena, verduras y sobretodo moniatos los cuales tenían fama de ser los más buenos de la comarca. También poseía un vedado de caza. La explotación de canteras de piedra y grava arenisca tuvieron su auge entre los años veinte y cincuenta del siglo XX. Para la construcción de las casas de Son Mosson Nou se había utilizado la piedra arenisca de la propia finca, seguramente de la cantera que hay excavada en los propios pies de altozano donde se encuentra la casa. A un adolescente de hoy quizás le sea difícil imaginar cómo fue la vida cotidiana en estos parajes: vida payesa, veraneos tranquilos de sus propietarios oreados por el viento del mar, trencadors de marès -su mayoría vecinos del Coll- en las canteras, transportistas haciendo viajes de carretadas de grava? Luego ya sabemos lo que vino: la industria turística, el aeropuerto, la autovía de Llevant, la destrucción de Son Mosson Vell? Si uno sube a las casas de Son Mosson Nou pensando en los años previos al turismo de masas, en cómo era el entorno natural y la vida que allí se llevaba, y al llegar arriba atiende al paisaje que le rodea, observa que la finca está literalmente sitiada por infraestructuras modernas: al sur, muy pegada, la autovía llena de coches que van y vienen, tan cercana está que parte del altozano donde se encuentran las casas fue recortado. Siguiendo la mirada hacia el mar una especie de polígono industrial se levanta. Al otro lado, al noreste, el aeropuerto? Unos pocos pinos en la zona des Carnatge y las casas de Son Mosson Nou son los únicos testimonios que quedan de aquel mundo que ya sólo conocemos por las fotografías o los testimonios de los más mayores. La verdad es que desde allí arriba uno se hace muchas preguntas importantes y le surgen dudas de muchos aspectos de nuestra vida y entorno, pero también aparecen convicciones. Una muy clara es que las casas prediales de Son Mosson Nou deben permanecer allí, resistiendo los embates del hombre del siglo XXI. Parece ser que la decisión de mantener en pie o no Son Mosson Nou no pasa por ser una cuestión técnica, de hecho esta construcción no goza de una protección especial. Parece, más bien, que el tema pasa por ser una cuestión de voluntad y sensibilidad.
ARCA demana una treva a Aena per intentar salvar SON MOSSON