El edificio de Sóller, en proceso de restauración, explicará este movimiento desde el punto de vista antropológico y artístico
Imagen de archivo de la escalera de Can Prunera antes de que comenzaran las obras de rehabilitación
MARIANA DÍAZ . Con la rehabilitación del casal modernista Can Prunera, que va según el ritmo programado, Sóller contará con un nuevo espacio cultural y expositivo que espera abrir sus puertas el próximo mes de agosto, por las fiestas de Sant Bartomeu. Pero la intención de la Fundació Tren de l'Art, su propietaria, es que antes, para la Fira de Maig, ya se puedan dar a conocer sus jardines, que acogerán conciertos y otros actos culturales.
El casal es un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) que se convertirá en «un centro de interpretación del modernismo», según ha explicado Dolores Durán, coordinadora de este espacio, cuyo interior está decorado con pinturas en relieve policromadas, cristaleras y mobiliario modernista en el que destaca una espectacular escalera. Todos estos elementos están siendo restaurados y en el caso de los que en el pasado fueron retocados «recuperarán su aspecto original», según Durán.
El restaurador José María Pardo se encarga de la recuperación de las pinturas que decoran techos y paredes con abundantes motivos florales, «claramente modernistas», según Pardo, que no siguen «un programa pictórico».
Humedades, disgregación parcial del yeso, desprendimientos de alguno de los estratos pictóricos o retoques locales producto de intervenciones anteriores son algunos de los problemas que se encontró Pardo cuando se enfrentó a este conjunto pictórico mural.
Respecto al contenido de Can Prunera, Duran explica que, por un lado, la colección de mobiliario y de piezas de uso doméstico que se han conservado se expondrán para «explicar el modernismo en un sentido antropológico y artístico».
Por otra parte, en la planta superior habrá una exposición permanente, titulada Del modernismo al siglo XXI, con una selección de artistas modernistas, nacionales e internacionales, y otros que, sin pertenecer a este movimiento, trabajaron según su espíritu, y se hará hincapié en los artistas mallorquines o relacionados con Mallorca. Joaquim Mir, Santiago Rusiñol, Eliseo Meifrén, Fausto Morell o Cristóbal Pizà son nombres que estarán presentes. Además, la sala semisótano será la destinada a las exposiciones temporales y difusión del arte actual mallorquín. La oferta de Can Prunera se completará con una biblioteca especializada en arte que tendrá una sala anexa en la que se expondrán libros ilustrados por Joan Miró.
Finalmente, los jardines se convertirán en escenario de conciertos u otras actividades culturales.
MARIANA DÍAZ . Con la rehabilitación del casal modernista Can Prunera, que va según el ritmo programado, Sóller contará con un nuevo espacio cultural y expositivo que espera abrir sus puertas el próximo mes de agosto, por las fiestas de Sant Bartomeu. Pero la intención de la Fundació Tren de l'Art, su propietaria, es que antes, para la Fira de Maig, ya se puedan dar a conocer sus jardines, que acogerán conciertos y otros actos culturales.
El casal es un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) que se convertirá en «un centro de interpretación del modernismo», según ha explicado Dolores Durán, coordinadora de este espacio, cuyo interior está decorado con pinturas en relieve policromadas, cristaleras y mobiliario modernista en el que destaca una espectacular escalera. Todos estos elementos están siendo restaurados y en el caso de los que en el pasado fueron retocados «recuperarán su aspecto original», según Durán.
El restaurador José María Pardo se encarga de la recuperación de las pinturas que decoran techos y paredes con abundantes motivos florales, «claramente modernistas», según Pardo, que no siguen «un programa pictórico».
Humedades, disgregación parcial del yeso, desprendimientos de alguno de los estratos pictóricos o retoques locales producto de intervenciones anteriores son algunos de los problemas que se encontró Pardo cuando se enfrentó a este conjunto pictórico mural.
Respecto al contenido de Can Prunera, Duran explica que, por un lado, la colección de mobiliario y de piezas de uso doméstico que se han conservado se expondrán para «explicar el modernismo en un sentido antropológico y artístico».
Por otra parte, en la planta superior habrá una exposición permanente, titulada Del modernismo al siglo XXI, con una selección de artistas modernistas, nacionales e internacionales, y otros que, sin pertenecer a este movimiento, trabajaron según su espíritu, y se hará hincapié en los artistas mallorquines o relacionados con Mallorca. Joaquim Mir, Santiago Rusiñol, Eliseo Meifrén, Fausto Morell o Cristóbal Pizà son nombres que estarán presentes. Además, la sala semisótano será la destinada a las exposiciones temporales y difusión del arte actual mallorquín. La oferta de Can Prunera se completará con una biblioteca especializada en arte que tendrá una sala anexa en la que se expondrán libros ilustrados por Joan Miró.
Finalmente, los jardines se convertirán en escenario de conciertos u otras actividades culturales.