diariodemallorca.es 17-3-2009
El equipo de arquitectos Duch-Pizà iniciará las obras a mediados de abril, con un presupuesto de 2 millones de euros. Mañana sale la adjudicación de la obra
LOURDES DURÁN. PALMA. Tras la pipa de la paz fumada al alimón entre el Ayuntamiento de Palma y el Círculo de Bellas Artes -escenificada en la firma en la que Cort condonó la deuda de la entidad cultural a cambio de su salida del Casal Balaguer, el pasado 16 de enero-, la reforma es un hecho. Mañana mismo será pública la adjudicación de la obra, a cargo del equipo de arquitectos Duch-Pizà según un proyecto aprobado siete años atrás.
Con financiación a cargo del Fons Estatal de Inversión Local, que fue aprobado en diciembre del pasado año, el edificio histórico será reformado desde arriba hacia abajo. La sustitución de la cubierta es del todo necesaria porque ponía en peligro a todo aquel viandante que circulara por la zona. A tal fin se destinará una partida de dos millones de euros.
El arquitecto Francesc Pizà confirma el inicio de obras a mediados de abril, fecha que ya se habían estipulado desde el consistorio. "El objetivo de esta obra completa es sustituir las cubiertas y los nuevos accesos para que éstos se adapten a los nuevos usos como centro cultural", incidió Pizà.
El proyecto empieza por "lo más urgente" que ya había sido determinado en 1991 cuando los arquitectos hicieron una propuesta para estudiar las patologías del edificio histórico. El Casal Balaguer es del siglo XVIII, aunque su origen se remonta al siglo XV, cuya parte aún se conserva y en cuyas catas salieron a la luz una serie de pinturas de la época.
Un año después de este estudio de enfermedades del inmueble, se llevaron a cabo las catas y ya en 1994 se moldeó el primer proyecto de sustitución de cubiertas que, como se ha comprobado, ha tenido que esperar casi diecinueve años. En 2002, los arquitectos entregaron el proyecto de rehabilitación completa del Balaguer, posteriormente ampliado tras la adquisición municipal de los bajos del edificio a un establecimiento de calzado. Es el proyecto integral de finales de 2002 el que ha debido aguardar que "una suma de circunstancias" despejara un problema largamente aplazado.
Pizà apunta que la reforma de la cubierta "es la acción previa que permite dar los siguientes pasos y definir sus usos. Esta reforma va a sanear el edificio".
Se calculan nueve meses de obras en las que a la sustitución de la cubierta con las tejas originales, o su restauración, se suma la construcción de los lucernarios en zinc. "La actuación de la cubierta responde a la necesidad de iluminar el edificio sin intervenir en su fachada", subraya Pizà. Es decir, "ser respetuosos con su imagen a ya la vez satisfacer sus necesidades".