01 de març 2009

Las huellas menos visibles de Gaudí en la Seu

diariodemallorca.es 2-3-2009

Recorrido por la Catedral guiado por Mercè Gambús
La reforma del arquitecto catalán dejó el interior de la iglesia salpicado de señales modernistas que van a ser estudiadas en profundidad
Esculturas repintadas. Jujol repintó algunas de las esculturas de piedra que flanquean el altar mayor. Gaudí trabajaba sobre lo gótico y lo reinterpretaba. Foto: S. Llompart.
LOURDES DURÁN. PALMA. Una mente abierta y avanzada, la del obispo Campins, y un arquitecto hábil y atrevido en sus propuestas, Antoni Gaudí, propiciaron la reforma "más valiente" que se han dibujado sobre la Catedral. Así lo considera Mercè Gambús, profesora de Arte en la Universitat de les Illes Balears. Junto a ella, este diario recorre la zona afectada por el cambio a través de las huellas menos visibles que el arquitecto catalán dejó para la posteridad y que van a ser objeto de estudio histórico-artístico en profundidad.
"Campins fue el ideólogo de la reforma en la Catedral, vinculado al movimiento litúrgico, esto explica que Gaudí se atreva a sacar el coro y trasladarlo al altar mayor. Toda la Seu tiene pinceladas modernistas en su interior", recuerda Gambús. A pesar de ello, el ojo poco experto sólo se queda con el baldaquino como icono visible y notorio de la presencia gaudiana en la iglesia. Sólo que hay más señales. "Queremos que también se conozca a Gaudí por su obra inacabada", señala Mercè Gambús.
Sobre la sillería del coro, por ejemplo, se ven restos de pinturas que hizo Jujol, "la mano decorativa de Gaudí", apunta Gambús. Cabe revisar toda la documentación aportada por el arquitecto sobre estos restos pictóricos, así como las decoraciones esgrafiadas que pasan desapercibidas y que están en los muros vecinos donde Gaudí situó las esculturas con sus doseletes del retablo gótico del portal del Mirador. Los doseletes tienen un tratamiento neohistoricista.
Estas tallas están siendo restauradas en el Taller Diocesà. Otras esculturas que flanquean el altar mayor presentan restos de pintura policroma según reinterpretación de Gaudí quien, tal y como asegura Gambús, "trabajaba sobre lo gótico y lo reinterpretaba".
La gran escultura gótica de la Mare de Déu, elevada sobre la Capilla de la Trinitat, y que también será objeto de restauración, Gaudí le creó un doselete y la trasladó allí. En su interior guarda un pequeño sagrario que está pintado con la bóveda celeste.
Pocos saben, salvo especialistas, que el pintor uruguayo Torres García colaboró con Gaudí en su reforma en la Catedral. Era muy joven y habría que aguardar el paso de los años para que aquel discípulo de Gaudí que le ayudó en los dos vitrales laterales de la Capilla Real alcanzase fama mundial. El arquitecto que sí pudo llegar a abrir los ventanales laterales de esta capilla no pudo rematar su proyecto total que quería abrir toda la Capilla Real e iluminarla a través de los vitrales, además del rosetón que sí pudo hacer.
En la actualidad, las dos maquetas que dejó Gaudí de su reforma catedralicia están siendo restauradas en el Taller Diocesà. Con motivo de la celebración del centenario del nacimiento de Campins se contempla la idea de llevar a cabo un proyecto global que revalidará la huella modernista del catalán.