M. ELENA VALLÉS. PALMA. El departamento de Patrimonio del Consell de Mallorca ha remitido hoy una carta al alcalde del ayuntamiento de Calvià, Carlos Delgado, en la que desaprueban la autorización que emitió para demoler Can Dols, una vivienda probablemente del siglo XVII que se erige como uno de los pocos ejemplos de arquitectura popular que se mantienen en la isla. En el solar, se están contruyendo actualemten chalés adosados.
En el escrito le instan a que incluya en el catálogo de protección de bienes del municipio, que está siendo revisado, un grupo de inmuebles que "consideramos que deben ser protegidos; por lo que esperamos que el caso de Can Dols sea el último", declaró ayer contundente el director insular de Patrimonio, Biel Cerdà.
Hace seis meses, relata Cerdà, el Consell denegó la revisión del catálogo de bienes presentada por el consistorio de Calvià porque la consideraba incompleta. En este sentido, sugirió que se incluyera una lista de edificios, petición que el ayuntamiento obvió. La Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA) reclamaba también la protección de 44 casas del pueblo de Calvià.
El pasado 23 de febrero ARCA denunció su derribo y al día siguiente los técnicos del Consell se acercaron hasta la casa y se encontraron con que estaba totalmente derruida.
Can Dols estaba situada en la calle Es Pontet, número 25. La casa presentaba elementos muy interesantes en su interior como son un gran arco de medio punto que separaba el recibidor de la cocina original, donde había una chimenea con una gran campana. El arco tenía en el centro un elemento de hierro con dos ganchos con una función meramente práctica y no decorativa. En la derecha del arco había una escalera que arrancaba con forma de arco de medio punto. Las baldosas estaban decoradas con motivos vegetales. En la parte posterior de la vivienda se encontraba la parte mejor conservada. Era donde estaban los establos, que presentaban bóvedas de cañón, así como empedrados en el suelo. El patio, que estaba en el centro, contaba con una gran pica de piedra y pilares de marés moldurados, muy similares a los de los empedrados de Can Ros y Can Verger, también en Calvià.
ARCA ya denunció el pasado 23 de octubre la situación preocupante de Can Dols. La asociación conservacionista pensó en primera instancia que la casa, que recientemente había cambiado de propietario, iba a ser objeto de una remodelación que le haría perder su fisonomía original, pero finalmente fue derruida para que una promotora construyera adosados, situación transigida por el consistorio.
Cabe recordar que hace cuatro años se produjo una circunstancia similar en el mismo municipio. Las casas de Can Belembè, también del siglo XVII, fueron derrumbadas para construir nuevas viviendas.
En el escrito le instan a que incluya en el catálogo de protección de bienes del municipio, que está siendo revisado, un grupo de inmuebles que "consideramos que deben ser protegidos; por lo que esperamos que el caso de Can Dols sea el último", declaró ayer contundente el director insular de Patrimonio, Biel Cerdà.
Hace seis meses, relata Cerdà, el Consell denegó la revisión del catálogo de bienes presentada por el consistorio de Calvià porque la consideraba incompleta. En este sentido, sugirió que se incluyera una lista de edificios, petición que el ayuntamiento obvió. La Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA) reclamaba también la protección de 44 casas del pueblo de Calvià.
El pasado 23 de febrero ARCA denunció su derribo y al día siguiente los técnicos del Consell se acercaron hasta la casa y se encontraron con que estaba totalmente derruida.
Can Dols estaba situada en la calle Es Pontet, número 25. La casa presentaba elementos muy interesantes en su interior como son un gran arco de medio punto que separaba el recibidor de la cocina original, donde había una chimenea con una gran campana. El arco tenía en el centro un elemento de hierro con dos ganchos con una función meramente práctica y no decorativa. En la derecha del arco había una escalera que arrancaba con forma de arco de medio punto. Las baldosas estaban decoradas con motivos vegetales. En la parte posterior de la vivienda se encontraba la parte mejor conservada. Era donde estaban los establos, que presentaban bóvedas de cañón, así como empedrados en el suelo. El patio, que estaba en el centro, contaba con una gran pica de piedra y pilares de marés moldurados, muy similares a los de los empedrados de Can Ros y Can Verger, también en Calvià.
ARCA ya denunció el pasado 23 de octubre la situación preocupante de Can Dols. La asociación conservacionista pensó en primera instancia que la casa, que recientemente había cambiado de propietario, iba a ser objeto de una remodelación que le haría perder su fisonomía original, pero finalmente fue derruida para que una promotora construyera adosados, situación transigida por el consistorio.
Cabe recordar que hace cuatro años se produjo una circunstancia similar en el mismo municipio. Las casas de Can Belembè, también del siglo XVII, fueron derrumbadas para construir nuevas viviendas.