20 de setembre 2009

Una cubierta nueva para la parroquia de Sant Nicolau

diariodemallorca.es 20-9-2009
Los fragmentos de crestería se recolocarán en la fachada. Foto: M. Massuti
M. ELENA VALLÉS. PALMA. El obispado prepara una intervención de urgencia en la parroquia gótica de Sant Nicolau. La cubierta es desde hace tiempo un coladero. Incontables son los agujeros que dejan pasar el agua que después se filtra a las bóvedas de las naves. Los fieles que dirijan la vista al techo desde el interior de la iglesia pueden ver enormes manchas de humedad. El deterioro físico del edificio es evidente y peligroso. El milagro: la subvención que la conselleria de Vivienda y Obras Públicas entregará al obispado. "Sufragaremos el 76% de la obra, esto es, 350.000 euros", informan desde el departamento de Jaume Carbonero. El coste total de la rehabilitación alcanza los 462.685 euros.
"La reforma se centra en la zona del techo del templo, en los dos torreones y en la parte alta de la fachada principal, de la cual se ha desprendido parte de la crestería con forma de flor de lis", señala el aparejador diocesano Bartomeu Bennàssar. Los trabajos podrían arrancar a finales de año y deberán respetar el calendario litúrgico de Navidad.
Ascendiendo hacia la cubierta, se descubre que la techumbre que cubre las naves laterales está igualmente en mal estado. Muchas bigas de madera están podridas y partidas y deberán ser repuestas. Goteras enormes en algunos trechos del camino que sube a las terrazas. Toni Bestard, el albañil de la parroquia, ha ido aplicando remiendos en los últimos quince años en el tejado. "Aplicaba pasta, ponía trozos de tejas para que no entrara el agua. Apaños desde dentro del edificio", explica de viva voz. "Para arreglar bien toda la cubierta será necesario instalar un andamio exterior", retoma el aparejador.
El suelo y las paredes de la zona alta del edificio están mojadas. El agua gotea por algunas paredes, oscuras por las filtraciones.
"La zona más dañada de la bóveda es justamente ésta, la que da al presbiterio", prosigue Bennàssar. Bestard mantiene limpia la zona, donde han ido cayendo numerosas tejas con el paso del tiempo y excrementos de paloma. En un recodo, guardan los trozos de piedra de las cresterías con forma de flor de lis. "Los volveremos a colocar en su sitio. Las réplicas de las piezas hay que evitarlas siempre que sea posible", señala.
El hierro que está dentro del marés será extraído, porque pudre y revienta la piedra. El resto de elementos de la fachada superior serán consolidados para evitar su caída. "Puede ser peligroso para cualquier viandante. Con los golpes de viento se han ido desmoronando todos estos fragmentos", explica mientras chequea la pared.
Los torreones están muy castigados. Las grietas son profundas. Y el forjado del campanario está perforado. Bennàssar cree que el presupuesto no alcanzará para rehabilitar esta última zona.
La parroquia de Sant Nicolau se fundó en 1302 y está inscrita en el catálogo de protección de edificios. El templo es de una sola nave, de estilo gótico, con transformaciones de estilo barroco en su interior. Por otra parte, consta de seis tramos, cubierta en bóveda de cañón y destacan las fachadas góticas en sus portales.