Última Hora Digital 27-9-2009
El director insular de Patrimoni Històric, Gabriel Cerdà, enviará esta semana a los inspectores del departamento a comprobar los hechos
MARIANA DÍAZ. Angel Aparicio, presidente del Grup per l’Estudi de les Fortificacions de Balears (GEFB), ha denunciado ante el departamento de Patrimoni Històric del Consell que en la torre de sa Mola de Tuent, en el municipio de Escorca, se han realizado obras de restauración «sin permiso» de la citada administración y que en ellas se han empleado «técnicas inadecuadas».
Por su parte, Gabriel Cerdà, director insular de Patrimoni, confirmó ayer que el Ajuntament de Escorca carecía de permiso para acometer ningún tipo de obra en el citado elemento patrimonial, -que como el resto de torres de defensa es Bien de Interés Cultural (BIC)- y que, el pasado mes de julio, tanto la Ponencia de Patrimoni como la posterior Comissió «suspendieron» la tramitación del proyecto municipal de restauración por «deficiencias» en el mismo.
Cerdà añadió que esta semana enviará a los inspectores a comprobar qué es lo que ha sucedido. En caso de que se confirme la denuncia del GEFB «se abrirá un expediente sancionador».
El GEFB va más allá y solicita, tanto «que se depuren responsabilidades», como la reversibilidad de las citadas obras, que considera «ilegales», además de que la rehabilitación se haga conforme a un proyecto original de 1998 «que entonces ya no se cumplió» a pesar de las reiteradas quejas de esta entidad ciudadana.
Entre las malas prácticas de rehabilitación llevadas a cabo en la torre, Aparicio denuncia «que el enfoscado se ha hecho con un cemento tintado; el interior se ha pintado de blanco, como si fuera un patio andaluz; en la zona de la terraza, la salida a la misma se ha cubierto con unas puertas de hierro, en vez de las madera lijada, como se decía en el proyecto original, que pronto se oxidarán, y en el parapeto se ha utilizado cemento portland, totalmente prohibido». «Se han saltado todas los cánones de restauración», reflexiona.
Aparicio y sus compañeros del GEFB comprobaron in situ estos hechos y los remitieron a Patrimoni con fotografías.