La asociación concede cinco nuevas distinciones de socio de honor en una multitudinaria convocatoria que contó con la asistencia de las principales autoridades y un reivindicativo brindis de Pere Morey
PERE MARÍ. PALMA. "Hay dos tipos de personas. Aquellos que hablan de nacionalidad, identidad y de dignidad, y quienes sólo creen en la rentabilidad. Pero invertir en patrimonio atrae visitantes de nivel y la educación suele ser correlativa con el nivel de renta", afirmó Pere Morey, el presidente de la Associació d´Amics del Museu de Mallorca, al convocar a un reivindicativo brindis en favor del patrimonio a los asistentes a la fiesta de verano de Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA).Morey llamó a defender la lengua catalana y a mimar un patrimonio que "bien cuidado, es un factor de integración", y del que ofreció una definición amplia: "Comienza en la Seu y acaba en la barraca de roter". El escritor y portavoz apostilló que hoy día "no basta con conservar, sino que hay que actuar ante actuaciones que muestran una carencia clamorosa de estética, como el Bou de Calatrava", que propugnó que debería colocarse en el puerto "como la alegoría de una grúa".La fiesta de ayer de ARCA fue el primer acto con que la asociación comienza a celebrar su vigésimo aniversario de vida, relató Pere Ollers, presidente de la entidad conservacionista. Y para celebrarlo, concedió la distinción de socio de honor a cuatro personas muy vinculadas a la historia de ARCA. Sus dos primeros presidentes: Manuel Oliver ("tuvo la atrevida iniciativa de abrir un camino inédito y de defensa generosa de nuestro patrimonio") y Mercè Truyols ("su personalidad generosa y decidida marcó durante muchos años la entidad"), así como a Jaume Llabrés y Aina Pascual, que han desarrollado una importante labor en pro de la conservación del patrimonio religioso y han sido miembros de la junta directiva de ARCA. También se concedió la distinción de socios de honor a la congregación del convento de las Caputxines, "por su excepcional labor" en la preservación y divulgación de su rico legado artístico.La fiesta contó con la presencia, entre otros, del presidente del Govern, Francesc Antich, así como de la presidenta del Consell, Francina Armengol, y de la alcaldesa de Palma, Aina Calvo. También se pudo ver a los responsables del área de Cultura en Balears (Bàrbara Galmés), Mallorca (Joana Lluïsa Mascaró) y Palma (Nanda Ramon), así como a los consellers insulares de Economia, Turismo e Interior, Bel Oliver y Joan Lladó. Biel Barceló, portavoz del Bloc en el Parlament, asistió a la celebración. Por parte del PP de Palma, Catalina Cirer, Rafael Duran, Marga Ferrando y Catalina Terrassa. También se vio a Felio Bauzá, ex secretario general de la conselleria de Inmigració y al ex edil y presentador Pere Muñoz.Entre los artistas, Teresa Matas y Pedro Vidal. Estuvieron presentes Antoni Planas, vicepresidente de la Lul·liana, Ricard Urgell, director del Arxiu del Regne de Mallorca, y Àngel Aparicio, del Grup d´Estudi de les Fortificacions. Acudieron Manel Quadreny (ARCA-Llegat Jueu), y Llorenç Huguet, del Consell Econòmic i Social, además de Àngels Fermoselle, de la Plataforma del Parc de les Vies.
Entrades
