El Ayuntamiento informará del hallazgo a Patrimonio del Consell
Dos operarios observan la entrada del refugio. Foto: Miquel Bosch.
MIQUEL BOSCH. PÒRTOL. Las obras para la instalación de contenedores soterrados de basura en la plaza Guillem Rigo de Pòrtol han puesto al descubierto uno de los tres refugios que se construyeron en la localidad durante la Guerra Civil. El escondite sacado a la luz va desde la plaza Guillem Rigo hacia la calle Rectoria, cruzando por debajo de la calle Major. La zona que ha quedado al descubierto tiene una longitud de 45 metros por dos metros de altura.
El Ayuntamiento, al tener conocimiento de la existencia de este refugio, ha decidido suspender las obras de instalación de los contenedores en este lugar y se buscará otra ubicación en la misma plaza.
Sebastián Frau, concejal de Contratación, manifestó que le gustaría que esta obra se conservara y que la información relativa al refugio se trasladará a Patrimonio del Consell para que tenga conocimiento de la misma y actúe en consecuencia.
Los otros dos refugios que se construyeron en Pòrtol están situados en otros puntos. Uno se ubica a la altura del café de Can Jaume de la calle Major, y transcurría por esta calle hasta la plaza de Can Flor, y el otro tenía la entrada delante del convento de las religiosas franciscanas, aunque éste último no se llegó a terminar debido a que, durante su construcción, un vecino de la localidad, Jaume Dumas, falleció en su interior al manipular un barreno.
Existen dos versiones de este desgraciado accidente. La primera apunta que la mecha fue insuficiente y no tuvo tiempo de salir antes de la explosión, y la segunda cuenta que, una vez encendida la mecha, el hombre tropezó y la explosión le sorprendió dentro.
Afortunadamente, los refugios tuvieron poco uso, ya que el pueblo no fue bombardeado nunca. Una vez finalizada la contienda, estos refugios se convirtieron en lugar de juegos para los niños del pueblo.
El Ayuntamiento, al tener conocimiento de la existencia de este refugio, ha decidido suspender las obras de instalación de los contenedores en este lugar y se buscará otra ubicación en la misma plaza.
Sebastián Frau, concejal de Contratación, manifestó que le gustaría que esta obra se conservara y que la información relativa al refugio se trasladará a Patrimonio del Consell para que tenga conocimiento de la misma y actúe en consecuencia.
Los otros dos refugios que se construyeron en Pòrtol están situados en otros puntos. Uno se ubica a la altura del café de Can Jaume de la calle Major, y transcurría por esta calle hasta la plaza de Can Flor, y el otro tenía la entrada delante del convento de las religiosas franciscanas, aunque éste último no se llegó a terminar debido a que, durante su construcción, un vecino de la localidad, Jaume Dumas, falleció en su interior al manipular un barreno.
Existen dos versiones de este desgraciado accidente. La primera apunta que la mecha fue insuficiente y no tuvo tiempo de salir antes de la explosión, y la segunda cuenta que, una vez encendida la mecha, el hombre tropezó y la explosión le sorprendió dentro.
Afortunadamente, los refugios tuvieron poco uso, ya que el pueblo no fue bombardeado nunca. Una vez finalizada la contienda, estos refugios se convirtieron en lugar de juegos para los niños del pueblo.