Subsanar la degradación y los actos vandálicos producidos en 2002 ha costado casi 50.000 euros
El conjunto de origen islámico se encuentra al final de la calle Pólvora. Foto: Lorenzo
RAQUEL GALÁN. PALMA. La torre musulmana del Baluard de Sant Pere luce de nuevo tal como era con la rehabilitación efectuada en 1998. Tras la degradación que sufrió y los actos vandálicos a los que se vio sometida pocos años después, hacia 2002, este recinto situado al final de la calle Pólvora fue cerrado al público y, durante la pasada legislatura, el consistorio palmesano y el Govern acordaron reparar los desperfectos. Ayer se presentó el resultado, cuyas obras han ascendido a 47.000 euros, tal como informó Cort.
Esta construcción de carácter militar forma parte del conjunto de restos arqueológicos del Puig de Sant Pere y se encuentra junto al mirador que da al mar, donde antes había un moderno cuartel militar abandonado. Desde enero del año pasado, la torre islámico-africana de la época de los Banu Ganiya (1115-1203) ha sido objeto de una intervención consistente en repicar y reponer el lustrado de cal en los muros de la tapia, reparar todos los elementos de hierro de los cierres y barandillas, pintar las paredes con cal y esmaltar los elementos metálicos, instalar riego y acondicionar la zona ajardinada y reparar el mobiliario urbano y las instalaciones de saneamiento e iluminación.
Muralla islámica
Con la actuación inaugurada ayer por la alcaldesa, Aina Calvo, y el conseller de Vivienda del Govern, Jaume Carbonero, se continuará manteniendo "uno de los pocos restos de la muralla islámica que quedan en Palma", destacaron. Además, la puerta de entrada junto a la torre es la llamada Porta de Portopí, debido a que conectaba el camino costero de dicha zona de Ponent con la ciudad.
Todos estos elementos fueron recuperados en 1998 con motivo de las obras del llamado Pla Mirall, que se llevaron a cabo en todo el casco antiguo de Palma. En primer lugar se derribó el cuartel militar para crear un mirador y una zona verde en el entorno de la torre, obra dirigida por la arquitecta del Ayuntamiento Joana Roca, quien también se encargó de la reforma de la construcción del siglo XI. En este proyecto se incluyó la recuperación de los restos arqueológicos de la calle Pólvora. El Baluard de Sant Pere, convertido en museo, se edificó a partir de 1575.
La reparación actual ha sido sufragada en un 75 por ciento por la conselleria de Vivienda y Obras Públicas del Govern y, en el 25 por ciento restante, por el consistorio palmesano.
Importantes hallazgos sobre la ciudad
La rehabilitación iniciada en 1998 en el Baluard de Sant Pere con motivo de las obras del Pla Mirall ofreció importantes hallazgos sobre la ciudad antigua. Antes de estos trabajos no había salido a la luz la conocida como Porta de Portopí, que conectaba Palma con el camino costero hacia aquella zona de Ponent. Tampoco se sabía que una nave con forma de bóveda encontrada años atrás era la auténtica Porta Vella de Santa Catalina, construida entre 1578 y 1580, y utilizada como uno de los antiguos accesos a la ciudad, según relataba en aquella época la arquitecta municipal, Joana Roca.
Otra sorpresa agradable fue una serie de nueve escudos hallados en la parte superior de la muralla medieval. Son de la época de Jaume I el Conqueridor, estaban pintados al fresco y reproducen la bandera de la Corona de Aragón, un estandarte y un elemento ornamental. Además, con las excavaciones encontraron la muralla de 1575, que es la que aparece dibujada en el mapa del Archivo de la Corona de Aragón.
El conjunto de origen islámico se encuentra al final de la calle Pólvora. Foto: Lorenzo
RAQUEL GALÁN. PALMA. La torre musulmana del Baluard de Sant Pere luce de nuevo tal como era con la rehabilitación efectuada en 1998. Tras la degradación que sufrió y los actos vandálicos a los que se vio sometida pocos años después, hacia 2002, este recinto situado al final de la calle Pólvora fue cerrado al público y, durante la pasada legislatura, el consistorio palmesano y el Govern acordaron reparar los desperfectos. Ayer se presentó el resultado, cuyas obras han ascendido a 47.000 euros, tal como informó Cort.
Esta construcción de carácter militar forma parte del conjunto de restos arqueológicos del Puig de Sant Pere y se encuentra junto al mirador que da al mar, donde antes había un moderno cuartel militar abandonado. Desde enero del año pasado, la torre islámico-africana de la época de los Banu Ganiya (1115-1203) ha sido objeto de una intervención consistente en repicar y reponer el lustrado de cal en los muros de la tapia, reparar todos los elementos de hierro de los cierres y barandillas, pintar las paredes con cal y esmaltar los elementos metálicos, instalar riego y acondicionar la zona ajardinada y reparar el mobiliario urbano y las instalaciones de saneamiento e iluminación.
Muralla islámica
Con la actuación inaugurada ayer por la alcaldesa, Aina Calvo, y el conseller de Vivienda del Govern, Jaume Carbonero, se continuará manteniendo "uno de los pocos restos de la muralla islámica que quedan en Palma", destacaron. Además, la puerta de entrada junto a la torre es la llamada Porta de Portopí, debido a que conectaba el camino costero de dicha zona de Ponent con la ciudad.
Todos estos elementos fueron recuperados en 1998 con motivo de las obras del llamado Pla Mirall, que se llevaron a cabo en todo el casco antiguo de Palma. En primer lugar se derribó el cuartel militar para crear un mirador y una zona verde en el entorno de la torre, obra dirigida por la arquitecta del Ayuntamiento Joana Roca, quien también se encargó de la reforma de la construcción del siglo XI. En este proyecto se incluyó la recuperación de los restos arqueológicos de la calle Pólvora. El Baluard de Sant Pere, convertido en museo, se edificó a partir de 1575.
La reparación actual ha sido sufragada en un 75 por ciento por la conselleria de Vivienda y Obras Públicas del Govern y, en el 25 por ciento restante, por el consistorio palmesano.
Importantes hallazgos sobre la ciudad
La rehabilitación iniciada en 1998 en el Baluard de Sant Pere con motivo de las obras del Pla Mirall ofreció importantes hallazgos sobre la ciudad antigua. Antes de estos trabajos no había salido a la luz la conocida como Porta de Portopí, que conectaba Palma con el camino costero hacia aquella zona de Ponent. Tampoco se sabía que una nave con forma de bóveda encontrada años atrás era la auténtica Porta Vella de Santa Catalina, construida entre 1578 y 1580, y utilizada como uno de los antiguos accesos a la ciudad, según relataba en aquella época la arquitecta municipal, Joana Roca.
Otra sorpresa agradable fue una serie de nueve escudos hallados en la parte superior de la muralla medieval. Son de la época de Jaume I el Conqueridor, estaban pintados al fresco y reproducen la bandera de la Corona de Aragón, un estandarte y un elemento ornamental. Además, con las excavaciones encontraron la muralla de 1575, que es la que aparece dibujada en el mapa del Archivo de la Corona de Aragón.