diariodemallorca.es 10-3-2010
El Obispado aún no ha decidido si aporta los 460.000 euros que le corresponderían en las obras
Una red en lo alto de la nave protege de la posible caída de cascotes del techo. Foto: J. Frau.
J. FRAU. INCA. La reforma integral del convent de Mínims de Santa Maria está pendiente de la decisión del Obispado sobre la parte de financiación de la obra que le correspondería y que resulta imprescindible para acometer un proyecto muy urgente de rehabilitación del edificio conventual – catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) – dado que el proceso de deterioro es imparable y la frágil estructura del templo implica un riesgo importante para la seguridad de las personas que acuden semanalmente a los oficios religiosos.
Según han explicado a este diario fuentes del Obispado de Mallorca, el principal escollo para la realización de las obras es una cantidad cercana a los 460.000 euros, cifra que supone el cuarenta por ciento del coste global de la actuación, que estaría situado en torno a 1,16 millones de euros. El sesenta por ciento restante, unos 700.000 euros, serán aportados por el Govern en base a una partida habilitada hace dos años por la conselleria de Vivienda y Obras Públicas.
Sin embargo, el tiempo corre en contra de un posible final feliz. La subvención del ejecutivo sólo se hará efectiva si los trabajos de reforma del convent de Mínims finalizan antes de que termine el próximo año 2012, una fecha que se ve muy cercana teniendo en cuenta la dimensión de las obras que deben ejecutarse para apuntalar el edificio de forma definitiva. Se trata de un proyecto de rehabilitación muy ambicioso que, como mínimo, obligaría a cerrar el templo religioso durante un año.
Las fuentes consultadas en el ámbito de la iglesia se mostraron optimistas respecto al futuro de las negociaciones, gestionadas personalmente por el vicario general de la Diócesis de Mallorca, Lluc Riera, aunque admitieron que "todavía no se sabe quién aportará el cuarenta por ciento que falta para acometer las obras", y precisaron que la parroquia de Santa Maria "no tiene posibilidades" de conseguir esta cantidad económica. En cualquier caso, aseguraron que "se mantienen negociaciones" con la propiedad del edificio.
Hace aproximadamente un año tuvo que colocarse una red protectora cerca del altar de la iglesia para evitar la posible caída de cascotes desde la bóveda del edificio, muy deteriorada por la humedad, cuyas manchas son evidentes por toda la estructura. Asimismo, hace unos cincuenta años, tres cuartas partes del techo del edificio fueron objeto de reforma, aunque no se actuó en la zona más próxima al altar, justo donde la degradación es más acusada.
La actuación contempla la sustitución completa de la bóveda de la iglesia y la eliminación de unas columnas que se colocaron hace años a ambos lados de la nave para reforzar la estructura. El campanario también presenta un estado avanzado de degradación.
El convent de Mínims de Santa Maria fue construido en el siglo XVII. Hace cuatro décadas fue declarado como Bien de Interés Cultural por el Gobierno debido a sus interesantes valores en el aspecto arquitectónico.
J. FRAU. INCA. La reforma integral del convent de Mínims de Santa Maria está pendiente de la decisión del Obispado sobre la parte de financiación de la obra que le correspondería y que resulta imprescindible para acometer un proyecto muy urgente de rehabilitación del edificio conventual – catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) – dado que el proceso de deterioro es imparable y la frágil estructura del templo implica un riesgo importante para la seguridad de las personas que acuden semanalmente a los oficios religiosos.
Según han explicado a este diario fuentes del Obispado de Mallorca, el principal escollo para la realización de las obras es una cantidad cercana a los 460.000 euros, cifra que supone el cuarenta por ciento del coste global de la actuación, que estaría situado en torno a 1,16 millones de euros. El sesenta por ciento restante, unos 700.000 euros, serán aportados por el Govern en base a una partida habilitada hace dos años por la conselleria de Vivienda y Obras Públicas.
Sin embargo, el tiempo corre en contra de un posible final feliz. La subvención del ejecutivo sólo se hará efectiva si los trabajos de reforma del convent de Mínims finalizan antes de que termine el próximo año 2012, una fecha que se ve muy cercana teniendo en cuenta la dimensión de las obras que deben ejecutarse para apuntalar el edificio de forma definitiva. Se trata de un proyecto de rehabilitación muy ambicioso que, como mínimo, obligaría a cerrar el templo religioso durante un año.
Las fuentes consultadas en el ámbito de la iglesia se mostraron optimistas respecto al futuro de las negociaciones, gestionadas personalmente por el vicario general de la Diócesis de Mallorca, Lluc Riera, aunque admitieron que "todavía no se sabe quién aportará el cuarenta por ciento que falta para acometer las obras", y precisaron que la parroquia de Santa Maria "no tiene posibilidades" de conseguir esta cantidad económica. En cualquier caso, aseguraron que "se mantienen negociaciones" con la propiedad del edificio.
Hace aproximadamente un año tuvo que colocarse una red protectora cerca del altar de la iglesia para evitar la posible caída de cascotes desde la bóveda del edificio, muy deteriorada por la humedad, cuyas manchas son evidentes por toda la estructura. Asimismo, hace unos cincuenta años, tres cuartas partes del techo del edificio fueron objeto de reforma, aunque no se actuó en la zona más próxima al altar, justo donde la degradación es más acusada.
La actuación contempla la sustitución completa de la bóveda de la iglesia y la eliminación de unas columnas que se colocaron hace años a ambos lados de la nave para reforzar la estructura. El campanario también presenta un estado avanzado de degradación.
El convent de Mínims de Santa Maria fue construido en el siglo XVII. Hace cuatro décadas fue declarado como Bien de Interés Cultural por el Gobierno debido a sus interesantes valores en el aspecto arquitectónico.