15 de març 2010

Sant Antoniet recuperará las cubiertas y las balaustradas del siglo XVIII

diariodemallorca.es 15-3-2010

El templo, construido entre 1757 y 1768, se convertirá en un centro de interpretación del obispado

Grietas, humedades y desprendimientos de pintura en la cúpula del templo construido en 1757. Foto: Lorenzo

M. ELENA VALLÉS. PALMA. Un charco de agua en el centro de la iglesia es lo primero que acomete al visitante de Sant Antoniet. "El agua se cuela por la carpintería de madera de las ventanas de la cúpula", señala Bartomeu Bennàssar, el aparejador de la diócesis de Mallorca. Su reparación, así como la recuperación de las cubiertas, el cosido de las grietas y el saneamiento y tratamiento de las balaustradas de madera que están sobre las capillas son algunos de los trabajos que se llevarán a cabo en cuanto el obispado obtenga la licencia de obras por parte del Ayuntamiento de Palma.
"Vamos a ir recuperando por fases este templo del siglo XVIII, muy deteriorado, con el fin de instalar en él el centro de interpretación de la diócesis, donde el turista, el visitante o el ciudadano podrá informarse sobre todo el patrimonio eclesial y las labores que se realizan", informó Bennàssar.
La restauración, presupuestada en 252.800 euros, será sufragada a partir de una subvención otorgada por la conselleria de Vivienda y Obras Públicas que asciende a 200.000 euros.
La iglesia de la calle San Miguel, "singular en la isla por su planta elíptica", está cerrada al público. "Hace varios años dejaron de oficiarse misas aquí, Sin embargo, debido a lo especial del espacio, se programaban exposiciones diversas", apunta el aparejador.
Los problemas con las cubiertas planas y las filtraciones de agua se hacen patentes en las pinturas y los frescos de las bóvedas, de aspecto ennegrecido. En la cúpula se vislumbran incluso desprendimientos de pintura. Las goteras se han adueñado del templo. "Tendremos que impermeabilizar las terrazas", en estos momentos cubiertas de musgo.
Las escaleras que ascienden a las cubiertas del eficio, que se construyó entre 1757 y 1768, comienzan a despegarse de la pared. Muchos escalones están completamente rotos. A media altura, hay un forjado que deberá ser completamente sustituido.
Otro de los problemas que presenta la construcción, relata Bennàssar, son los hierros que traspasan la piedra. "El metal se ha dilatado y ha reventado el marés por completo. La pena es que de momento no podremos arreglar estas deficiencias presentes en la fachada, muy deteriorada", añade. Sobre el portal principal de la iglesia destaca un nicho poligonal, protegido por una moldura con un arco de medio punto, que contiene una imagen de San Antonio, con un cerdito y las llamas del fuego del santo en la parte inferior. Este trabajo es una escultura moderna del artista Tomás Vila.
Durante el recorrido por las galerías interiores del templo, se llega hasta las tribunas de las seis capillas laterales rectangulares. Las balaustradas de estas gradas son de madera, "algo bastante excepcional en las iglesias de la isla", pero la carcoma las corroe. "El presupuesto nos dará para tratarlas y recuperarlas", comenta Bennàssar. Sin embargo, el retablo –de mármol, con cuatro columnas toscanas y motivos decorativos de piedra– y las pinturas, dice, tendrán que esperar financiación.
Bennàssar muestra una intervención moderna en una de las tribunas de las capillas. "Aquí se cargaron dos bóvedas. Es una lástima. A veces, cuando se interviene, se cometen errores", lamenta.
Un trabajo previo a la reforma, a instancias de la comisión de Patrimonio, es un proyecto de intervención arqueológica en un espacio del templo para hacer pasar el desagüe de un inodoro. "Tendremos que darnos prisa con las catas y que Patrimonio nos apruebe el proyecto, porque, si no, deberemos pedir una prórroga a Vivienda para cobrar la ayuda", avisa Bennàssar.