diariodemallorca.es 12-3-2010
Joan Pascual, Josep Jaume y Tomeu Mut. Foto: B. Ramón
V. SÁNCHEZ. PALMA. Ni Consell ni entidades privadas han respondido a la llamada desesperada de Josep Jaume, párroco de la iglesia de Santa Creu que ve como la silla del histórico órgano del siglo XVII empieza a inclinarse afectando a la mecánica del primer teclado y del pedal. Y no sólo eso. El paso del tiempo también ha hecho mella en la mecánica general del instrumento que pide a gritos una restauración importante. Pero ni por esas. "No hay dinero", e incluso la sugerencia de una rifa, fue la contestación del Consell.
Ayer, el secretario de ARCA, Joan Pascual, acompañado por el profesor del Conservatori Superior y organista Tomeu Mut, explicaron con detalle cuál es el diagnóstico y el futuro de este órgano que se encargó, en 1760, a Damià Caymari. "Creamos una comisión técnica para establecer las prioridades y luego convocamos un concurso internacional de proyectos de restauración", contó Pascual. De los trabajos presentados resultó ganador el de la empresa belga Ceos porque "es pionera en restauración de órganos y porque, durante todo el proceso, permitirá que el instrumento no deje de sonar", añadió Mut, que da clases de órgano a los alumnos del conservatorio en la misma iglesia de Santa Creu.
El problema, el presupuesto final, cifrado en 370.000 euros. "No hay subvención posible. El Bisbat nos ha dado autorización para hacer la primera fase pero tampoco disponemos de ese dinero", explicó Jaume. De momento, son los propios feligreses los que, a través de una suscripción, están recaudando fondos. "Es una vergüenza que la conservación del patrimonio no sea una prioridad para el Govern", subrayaron desde ARCA.