diariodemallorca.es 28-3-2010
La ley autonómica del casco histórico que obliga a ocultar el cableado se incumple
Las obras del Pla Mirall realizadas hace diez años en el casco antiguo olvidaron el soterramiento del cableado
La mayoría de las fachadas del casco antiguo tienen el cableado a la vista. Foto: Manu Mielniezuk
MIQUEL ADROVER. PALMA. El ayuntamiento de Palma aconseja a los vecinos del casco antiguo que quieran retirar los cables eléctricos de sus fachadas que denuncien ante el propio consistorio a la compañía Gesa-Endesa o a las empresas telefónicas. Reconoce que existe un vacío legal y que esta "es la única vía", según la arqueóloga municipal, Magdalena Riera. El centro histórico de Palma está repleto de cables en las fachadas de edificios, muchos de ellos catalogados. A pesar de existir una ley autonómica desde el año 1993 que obliga a soterrar las líneas eléctricas, la mayoría de calles de Palma del espectacular centro histórico siguen con sus tendidos eléctricos en fachada de inmuebles que tienen varios siglos de antigüedad.
Hace diez años en Palma se invirtieron unos 14.000 millones de las antiguas pesetas en obras del llamado Pla Mirall. Muchas de estas obras consistieron en la remodelación y reforma de infraestructuras en el casco histórico de Palma y en ninguna de ellas se realizó la previsión de instalar vías para colocar los tendidos eléctricos y telefónicos.
Magdalena Riera explicó a este periódico que una de las "únicas obras que sí contemplaron el soterramiento de cables fue en la calle Oms (realizada en tiempos de Ramón Aguiló). En las del Pla Mirall supongo que no hubo voluntad política". La arqueóloga municipal reconoció que en la próxima revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) se deberá contemplar que en el "centro histórico los cables no pueden estar en las fachadas".
Ante esta situación, los vecinos del casco histórico no saben a quién deben acudir si quieren eliminar los antiestéticos cables eléctricos o telefónicos. Al ser un servicio que no es municipal y gestionan empresas externas, desde el ayuntamiento de Palma se aconseja interponer una denuncia ante el departamento de Urbanismo para que Cort notifique la situación a la compañía responsable.
Existen casos como el de sa Calatrava donde se realizó el Plan Especial de Reforma Integral (PERI) de la zona y al ser un plan de restauración de una barriada histórica, sí se contempló el soterramiento de los cables. Pero resulta que 15 años después las antiguas líneas eléctricas que no se utilizan todavía continúan en las fachadas y los vecinos no saben de quién es competencia su retirada.
Una vecina de la calle Estudi General relató cómo la pasada semana se puso en contacto con Gesa y con el Ayuntamiento para denunciar esta situación y al cabo de varias horas los antiguos cables de su fachada habían desaparecido. La mujer se extrañó de la eficacia con que resolvieron su petición después de denunciar el problema a Cort.
ARCA exige a Cort y a las compañías eléctricas que tomen medidas
La Associació per la Revilitació dels Centres Antics (ARCA) lleva muchos años luchando para que en los centros históricos de Mallorca se eliminen los cables en las fachadas de los edificios antiguos. Joan Pascual, portavoz y secretario de la entidad, explicó a este periódico que desde "hace años venimos reivindicando a los ayuntamientos de toda Mallorca para que tomen medidas. En Palma no se está cumpliendo con la ley autonómica que obliga a soterrar el cableado". El presidente de ARCA, Pere Ollers, recordó el duro contencioso que mantuvo el ayuntamiento de Capdepera para exigir a Gesa que en su casco antiguo los cables discurrieran por el subsuelo. El coste económico (mucho más elevado si van soterrados) era el problema. Por otra parte, desde el departamento de Urbanismo del ayuntamiento de Palma explicaron que existen otras opciones que también se están utilizando para esconder los cables que por fuerza mayor deben estar en las fachadas al no existir posibilidad de instalarlos bajo tierra. Esta opción consiste en la colocación de cornisas que disimulan la presencia de los tendidos eléctricos sin vulnerar el carácter histórico del edificio.