diariodemallorca.es 19-11-2008
MATÍAS VALLÉS La memoria prehistórica aflora en Son Espases, para recordarle al Govern ocultista -¿cuándo pensaba anunciar el hallazgo?- que un despropósito no cura a otro. Antich mantuvo la ubicación del hospital "con dolor del corazón". Más allá de proponerse como primer paciente de la unidad de Cardiología, disimulaba cordialmente el imperativo desde Madrid. La asfixia no se limita a la financiación autonómica, las siglas ACS pesan más que PSIB.
Las piedras milenarias de Son Espases denuncian el maltrato de la isla. La mudanza ya diseñada del yacimiento debería ampliarse al traslado de Mallorca entera, para dejar sitio a nuevas construcciones en el solar subyacente. Si necesita amparo, Antich puede sugerir al Patrimonio delPSM que repita en La Real la escasa diligencia que le llevó a autorizar un mastodonte en el litoral de Formentor, sin revisión alguna.
Un talayot inaugura las secuelas de Son Espases. Será la coartada para el tercer cinturón -que nadie llamará trasvase- y su entorno será construido a mansalva -no hay promesa en firme al respecto-. Finalmente, el Tribunal Superior ordenará que los contribuyentes indemnicen al perdedor de una adjudicación que miembros del jurado se negaron a firmar, pagando así el hospital por duplicado.