diariodemallorca.es 13-4-2008
El monumento tendrá una oficina de venta de tiques, aseos, bar y souvenir.
La construcción "integrada en el entorno" está aprobada y sólo falta licitar el proyecto para comenzar las obras
RAQUEL GALÁN. PALMA. La venta de entradas para visitar el castillo de Bellver se realiza dentro de una garita de guardia. Allí hay un funcionario del Ayuntamiento detrás de una sencilla mesa que te cobra 2,10 euros por acceder. En poco más de un año, este trámite obligado en todo monumento que se precie se realizará en el futuro centro de recepción de visitantes de Bellver.
Se trata de una construcción sencilla formada por cuatro piezas que se adaptan a la topografía y los tres pinos de gran porte existentes, tal como se explica en el proyecto de ejecución. Los arquitectos de Estudio A4, Ángel Hevia y Gabriel Golomb, han utilizado sobre todo la madera de bambú para integrar el edificio en el entorno.
"El castillo impone y es el gran protagonista del conjunto, por lo que estas piezas arquitectónicas deben ser sencillas", según explica Golomb. Además, desde lo alto de la fortaleza medieval se observará claramente la cubierta de la nueva construcción, por lo que idearon "una superficie continua entre las copas de los pinos a base de acero oxidado rojizo protegido, el mismo material que para las fachadas del exterior", como detalla Hevia.
Junto al aparcamiento
Las cuatro piezas que formarán el centro de recepción de visitantes albergan la oficina de información y venta de tiques, los aseos, un bar y una tienda souvenir. El terreno que ocupará mide unos 800 metros cuadrados, tiene forma triangular y está en el extremo noroeste de la explanada del aparcamiento.
El recinto tendrá una altura de 3,15 metros y será levantado sobre pivotes "para afectar lo mínimo posible al solar", en palabras de Ángel Hevia.
Como la nueva entrada estará en la parte trasera del castillo, los arquitectos plantean dos opciones para acceder al interior: desde la escalinata trasera reformada hace años por el arquitecto Elías Torres -que ahora está en desuso- o con una pasarela que bordearía el foso exterior del recinto amurallado y que llegaría hasta la escalinata de la entrada principal de Bellver, es decir, donde actualmente se cobran los tiques de acceso. Cort no ha tomado una decisión al respecto, según fuentes municipales.
Hecho de bambú
El bambú es el principal material utilizado en las diferentes piezas que conforman el conjunto, sobre todo en la tarima exterior que sirve para comunicar los espacios, en la pérgola que cubre esta tarima y en las paredes, el suelo y los muebles del kiosko de venta.
El proyecto del futuro centro de recepción de visitantes está aprobado y ya tiene la licencia de obras concedida. Ahora sólo están pendientes de que sea licitado para iniciar las obras, que durarán más de un año porque "se trata de una actuación muy cuidada y detallada, aunque no sea una gran obra", tal como afirmaron desde Estudio A4. Los responsables han contado con la colaboración de los arquitectos Juan José Morán y Luis Velasco, además del equipo Gotan.
La concejalía de Cultura, que es quien encargó este proyecto la pasada legislatura, cuenta con un presupuesto de un millón de euros.