diariodemallorca.es 18-4-2008Urbanismo estimará las alegaciones presentadas por los propietarios
Entrada angosta y amplios espacios interiores, caracterizan la cantera. Foto: S. Sansó.
S. SANSÓ. MANACOR. La delegación de Urbanismo del ayuntamiento de Manacor ve con buenos ojos estimar favorablemente la alegación presentada hace más de medio año por los vecinos de las históricas canteras de Son Jaume Andreu, para que esta zona no se incluya en el nuevo Plan de Ordenación Urbana (PGOU) como ampliación del actual polígono industrial de la ciudad.
Las canteras, situadas a unos dos kilómetros al noroeste del núcleo urbano, se extienden por unas siete cuarteradas de terreno rústico, de las cuales una queda completamente bajo tierra. La temperatura baja al mismo tiempo que las pupilas se dilatan para contemplar en medio de la penumbra la magnificencia de espacios que llegan hasta los 30 metros de altura. Espectaculares galerías de pilares inmensos y claraboyas por donde salía el trabajo de decenas de hombres. Zonas en la que desde el siglo XVII, cuando según la toponimia el camino vecino ya se llama de ses Pedreres, se viene trabajando en la extracción de bloques de marés. De hecho, el centro antiguo de Manacor está alzado a partir de Son Jaume Andreu. "La iglesia dels Dolors está edificada con piedra de estas galerías", comenta Miquel Truyols ´solleta´, uno de los nueve propietarios que de forma conjunta presentaron la alegación contra la posible expropiación. "Es un espacio extraordinario por el cual lucharemos porque es nuestra vida". Del mismo modo se expresaba Sebastià Sureda, quién recordaba: "Yo nací aquí, he visto el trabajo que hay invertido en estas canteras y el valor humano y patrimonial que tienen". "No puede ser que esto se convierta en un polígono o en un sitio donde meter los escombros de una obra municipal cercana".
El regidor responsable de Urbanismo del Ayuntamiento, Bernat Amer (AIPC), se mostraba ayer abierto a estimar la reclamación, pero advertía del mismo modo que "estudiaremos también toda una serie de edificaciones ilegales que se hallan dentro del perímetro". Estas tierras se incluyeron en el Plan por la demanda de suelo industrial y su proximidad con la actual parcela terciaria, aunque Amer entiende que "si la sociedad no se muestra favorable tampoco insistiremos".
La explotación primero a mano y después con maquinaria de las canteras, paró a mediados de siglo pasado iniciandose acto seguido un singular vivero de champiñones, que crecieron desaforadamente entre el frío y la oscuridad. Miles de sacos de plástico dispersos por el suelo de la gruta atestiguan un paso que se abandonó aceleradamente hace unos veinte años.
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