El consistorio convocará este mes un concurso de ideas para elegir el mejor anteproyecto que convierta esta casa en una sede museística municipal con distintas salas de exposición
Can Serra se convertirá en uno de los edificios principales del museo en red de la ciudad. Foto: S. Llompart.
M. ELENA VALLÉS. PALMA. Tras un extenso "currículum de desgracias", según la directora municipal de Patrimonio, Helena Inglada, la rehabilitación del edificio gótico de Can Serra está cada vez más cerca de ser una realidad. El Ayuntamiento acaba de recibir el líquido de las partidas presupuestarias de 2008 provenientes de la Ley de Capitalidad, normativa basada en compensar los sobrecostes que debe soportar la urbe por ser la capital de la comunidad autónoma. De este montante recién ingresado en las arcas municipales, se destinarán de momento 500.000 euros, con el fin de poner en marcha los pasos necesarios para que comience en un lapso breve de tiempo la rehabilitación de uno de los edificios, que supondrá uno de los objetivos más importantes en materia de Patrimonio del actual mandato de la concejala de Cultura, Nanda Ramon. Este plan de reforma se presentará y discutirá la semana que viene en junta de gobierno, para después encargar a la Empresa Municipal de Obras Públicas (EMOP) que convoque un concurso de ideas para dar con el mejor anteproyecto que determine la ejecución de las obras, siempre tomando como punto de partida los usos a los que Cort quiere destinar el edificio. Este anteproyecto debe venir acompañado también de un estudio económico, y en él se deberá establecer un calendario de intervenciones. El equipo de Nanda Ramon decidió hace pocas semanas que la construcción, puesto que reúne características arquitectónicas de diferentes épocas -como son los detalles góticos, la fachada decimonónica, los artesonados medievales y las pinturas murales-, sería uno de los espacios centrales y principales del museo en red de la ciudad. Por su gran envergadura y situación -da a tres calles distintas del casco histórico-, así como por sus elementos tan dispares, permite una lectura diacrónica importante de toda la historia de la urbe. Inglada diseccionó los espacios culturales con los que contará este nuevo centro de visitantes: una sala de exposición permanente, otra para muestras temporales, un espacio de oficinas, un pequeño archivo, una serie de espacios de transición, así como de distintas habitaciones polivalentes. El inmueble, de titularidad municipal y declarado en ruina hace 15 años, fue adquirido en 2002 por el Govern con fondos procedentes de la ecotasa. Se realizó una primera intervención que consistió en un estudio histórico de los muros de la construcción. Los signos de derrumbe que detentaba esta casa gótica llevaron a disponer un cinturón y un rejado alrededor para evitar el derribo. Tras seis años, el edificio de la plaza Quadrado llega en este mismo estado, incluso más deteriorado, al actual equipo de gobierno consistorial, que tendrá que poner también en marcha las obras de consolidación de la estructura.
Can Serra se convertirá en uno de los edificios principales del museo en red de la ciudad. Foto: S. Llompart.
M. ELENA VALLÉS. PALMA. Tras un extenso "currículum de desgracias", según la directora municipal de Patrimonio, Helena Inglada, la rehabilitación del edificio gótico de Can Serra está cada vez más cerca de ser una realidad. El Ayuntamiento acaba de recibir el líquido de las partidas presupuestarias de 2008 provenientes de la Ley de Capitalidad, normativa basada en compensar los sobrecostes que debe soportar la urbe por ser la capital de la comunidad autónoma. De este montante recién ingresado en las arcas municipales, se destinarán de momento 500.000 euros, con el fin de poner en marcha los pasos necesarios para que comience en un lapso breve de tiempo la rehabilitación de uno de los edificios, que supondrá uno de los objetivos más importantes en materia de Patrimonio del actual mandato de la concejala de Cultura, Nanda Ramon. Este plan de reforma se presentará y discutirá la semana que viene en junta de gobierno, para después encargar a la Empresa Municipal de Obras Públicas (EMOP) que convoque un concurso de ideas para dar con el mejor anteproyecto que determine la ejecución de las obras, siempre tomando como punto de partida los usos a los que Cort quiere destinar el edificio. Este anteproyecto debe venir acompañado también de un estudio económico, y en él se deberá establecer un calendario de intervenciones. El equipo de Nanda Ramon decidió hace pocas semanas que la construcción, puesto que reúne características arquitectónicas de diferentes épocas -como son los detalles góticos, la fachada decimonónica, los artesonados medievales y las pinturas murales-, sería uno de los espacios centrales y principales del museo en red de la ciudad. Por su gran envergadura y situación -da a tres calles distintas del casco histórico-, así como por sus elementos tan dispares, permite una lectura diacrónica importante de toda la historia de la urbe. Inglada diseccionó los espacios culturales con los que contará este nuevo centro de visitantes: una sala de exposición permanente, otra para muestras temporales, un espacio de oficinas, un pequeño archivo, una serie de espacios de transición, así como de distintas habitaciones polivalentes. El inmueble, de titularidad municipal y declarado en ruina hace 15 años, fue adquirido en 2002 por el Govern con fondos procedentes de la ecotasa. Se realizó una primera intervención que consistió en un estudio histórico de los muros de la construcción. Los signos de derrumbe que detentaba esta casa gótica llevaron a disponer un cinturón y un rejado alrededor para evitar el derribo. Tras seis años, el edificio de la plaza Quadrado llega en este mismo estado, incluso más deteriorado, al actual equipo de gobierno consistorial, que tendrá que poner también en marcha las obras de consolidación de la estructura.