25 d’abril 2008

Patrimonio estudia la ubicación definitiva de los tesoros del pecio de Cala Sant Vicenç

diariodemallorca.es 25-4-2008

El Consell enseñó ayer a los medios las remozadas piezas, depositadas en el Museu de Mallorca, que aún no podrán ser visitadas por el público en espera de un análisis detallado

Los vestigios griegos de mayor tamaño son las ánforas, vasijas y platos de cerámica. Foto: Sebastià Llompart
M. ELENA VALLÉS. PALMA. El Consell mostró ayer por primera vez a la prensa los tesoros del pecio griego de Cala Sant Vicenç que el pasado día 15 de abril fueron depositadas en el Museu de Mallorca. La cuarentena de vestigios helénicos restaurados permanecerán en las dependencias del museo, pero no quedarán de momento en exposición abierta para el público general. Habida cuenta de la fragilidad de los materiales arqueológicos mostrados ayer en las vitrinas, sobre todo los fabricados en metal y madera, algunos de ellos serán extraídos del aparador correspondiente para ser introducidos en unas cajas que mantienen la humedad y presión adecuadas, con el fin de gestionar convenientemente su conservación, estudio y difusión.
La consellera insular de Cultura, Joana Lluïsa Mascaró -quien estuvo acompañada por su director de Patrimonio, Biel Cerdà- destacó que en estos momentos se está terminando un estudio sobre los restos para poder montar una exposición explicativa y didáctica en la que las piezas puedan relacionarse con la historia de la isla. "A esta muestra se le buscará una ubicación definitiva para que pueda quedar como exposición permanente", remató. El codirector de las excavaciones desarrolladas en 2002 y 2004, Ferran Tarongí, recalcó la importancia de este descubrimiento, "porque este pecio del siglo VI a. C. es el barco más antiguo hallado en las islas y gracias a su arquitectura naval cosida supone el tercero de estas características en todo el Mediterráneo".
Para Tarongí, que está ultimando junto a un equipo de investigadores un estudio más completo del barco, esta nave acabaría de confirmar la teoría de que existían relaciones comerciales entre Grecia y Mallorca. La prueba de ello es que el pecio aglutina objetos de distintas tradiciones culturales: de Mesalia, de enclaves púnicos y del ámbito ibérico, por ejemplo.
Entre los vestigios del conjunto hallado destacan las cerámicas de instrumentos de cocina (platos, morteros), un molde para hacer joyas, un arma defensiva, metales (como un puñado de monedas), ánforas o un símpulum (cucharón usado durante los sacrificios).
Las herramientas agrícolas, como picos y hoces, están todavía en fase de restauración. Todavía no está muy claro si las van a poder estabilizar y salvar para exponer.En estos momentos, el barco descansa todavía en las profundidades de la ensenada de Cala Barques, perteneciente a Cala Sant Vicenç. De momento, no está entre los planes del Consell sacarlo del agua porque sería tan complicado extraerlo como estabilizarlo para que no se fundiera. "El pecio debería introducirse durante meses en una piscina enorme con características similares en presión y humedad al mar", explica la directora del museo, Joana Maria Palou.
Hay toda una parte de la embarcación que continúa enterrada bajo cuatro metros de arena y a la que todavía no se ha tenido acceso. Por ello, Tarongí no descartó ayer que todavía permanecieran restos de la embarcación sumergidos en el agua.
El director general de Cultura del Govern, Pere Joan Martorell, se remontó al año 2002 para explicar la historia del descubrimiento de este yacimiento subacuático, cuando un temporal dejó al descubierto los restos del pecio y los estudiantes de un curso de formación, puesto en marcha por el Consell, participó en la primera campaña de extracción de piezas, que pudo efectuarse a través de un convenio firmado con el Centre de Arqueologia Subaquàtica de Catalunya, que cuenta con recursos técnicos y humanos cualificados para desarrollar el proyecto. En 2004, se firmó de nuevo otra colaboración merced a la cual se pudo concluir la excavación definitiva de la embarcación helénica.